Letra P en Bariloche

Un juez en el banquillo y un monje negro omnipresente

Gustavo Villanueva, el magistrado que mandó a desalojar a los mapuches en Villa Mascardi, se hamaca entre cuestionamientos del Gobierno y de la comunidad. La mano invisible de Leónidas Moldes.

BARILOCHE (Enviado especial) Desde que el joven Rafael Nahuel fue asesinado por la espalda, el juez federal subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva, se ganó la atención del Gobierno. Dentro del Ministerio de Justicia sostienen que existe una línea de comunicación para seguir el tema de cerca, aunque las gestiones institucionales que podría mantener el titular de la cartera, Germán Garavano, no pasan por su mejor momento desde que la Casa Rosada hizo tronar su malestar por la forma y los tiempos que el magistrado adoptó para ordenar el desalojo de la comunidad mapuche Lof Lafken Winkul Mapu. Curiosamente, el caso que lo puso provisoriamente en el ojo de la tormenta sucede en su sexto aniversario como juez federal de Neuquén, mientras tiene en sus manos la subrogancia del juzgado barilochense desde mayo pasado.

 

En noviembre de 2011, Villanueva asumió el juzgado Federal 2 de Neuquén para reemplazar a su entonces titular, Guillermo Labate, a quien reportaba como secretario penal desde 1995. Sin embargo, a 500 kilómetros de la capital neuquina, la designación del juez barilochense Leónidas Moldes como miembro del Consejo de la Magistratura en representación de los jueces del Poder Judicial de la Nación abrió la posibilidad para Villanueva de subrogar ese juzgado. No fue fácil, porque Moldes promovió como primer reemplazante a su secretario Walter López Da Silva, pero el dedazo no pudo ser, debido a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que en mayo de 2016 anuló esa subrogancia. Según la acordada, un secretario no puede ser nombrado juez subrogante porque “no se ajusta a las pautas establecidas por el tribunal”. El máximo tribunal bajó de un plumazo a López Da Silva y a la entonces secretaria del Juzgado N°2 de Neuquén, María Silvina Domínguez, que había sido nombrada para subrogar la jurisdicción de Zapala. En ese fallo, la Corte también le tiró de las orejas al Consejo de la Magistratura, presidido por Adriana Donato, y le reclamó que cubriera con celeridad ambas vacantes.

 

El organismo buscó hacerle caso, pero el tema parece haber quedado en manos del consejero Moldes. Desde mayo, Villanueva tiene en sus manos ambas judicaturas, pero la subrogancia de la jurisdicción de Bariloche vence este viernes, como sucederá con todas las suplencias resueltas por el Consejo de la Magistratura.

 

El poderoso consejero de la Magistratura Leónidas Moldes.

 

 

"Es posible que se la renueven, pero carga con las críticas del Colegio de Abogados de Neuquén por las dificultades que tiene para atender dos juzgados federales separados por 500 kilómetros y, en el caso del desalojo de Villa Mascardi, quedó muy en evidencia, porque ordenó el operativo, pero no se acercó al lugar y el sábado, cuando mataron al joven, tampoco estaba", contó a Letra P un funcionario del fuero federal patagónico que igualmente diferencia el desempeño de Villanueva al de su antecesor, Moldes, considerado "un duro", tan reconocido por las asperezas internas con sus colegas como por las influencias que puso en juego para que el juzgado barilochense quedara en manos de Villanueva.

 

"No hay dudas: Villanueva fue puesto por Moldes y la subrogancia durará hasta que termine el mandato del barilochense como miembro del Consejo de la Magistratura. Además de lo que pasó en Villa Mascardi, acá resuena mucho la dificultad que tiene para atender los dos juzgados, porque dicen que no hace una cosa ni la otra", confió a Letra P una fuente del organismo encargado de la designación de los magistrados federales.

 

 

 

EN LA COLA. Desde esta semana, a partir de su desempeño en el caso que investiga el asesinato del joven Nahuel, Villanueva tiene sobre sus espaldas una recusación que busca sacarlo del caso. Si el pedido prosperase, o si la subrogancia no se extendiera hasta el regreso de Moldes, surgiría una lista corta de posibles reemplazantes.

 

Uno de ellos es el juez federal de la ciudad de General Roca, Hugo Greca, que fue designado el año pasado como titular de esa jurisdicción rionegrina, la cual pasó siete años en manos de suplentes. Para este letrado, Bariloche no es una tierra desconocida. Antes de ser nombrado juez federal, fue secretario Tributario y Previsional del juzgado que condujo Moldes, con quien mantiene una estrecha relación. Ante las consultas de Letra P, funcionarios del fuero lo definen como un magistrado conservador, sobre quien pesa, con mucha fuerza, "su origen proveniente de la familia de Gendarmería Nacional, gracias al grado que tuvo su padre dentro del área de inteligencia" de esa fuerza de seguridad federal.

 

 

 

Otro funcionario que surge con la misma persistencia que Greca es el fiscal federal de General Roca, Alejandro Moldes, que exhibe 15 años de carrera como juez del fuero civil rionegrino -ese antecedente  lo habilitaría- y es hermano de Leónidas, el influyente vice del Consejo de la Magistratura. En la ciudad de Roca, según reflejó el diario Río Negro, Moldes fue uno de los principales impulsores de la movilización del 18F, realizada el 18 de febrero de 2015, luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

 

La otra posible aspirante a subrogar Bariloche es Silvina Dominguez, la misma funcionaria judicial que no pudo subrogar la jurisdicción de Zapala por la decisión de la Corte de mayo de 2016 que desautorizó al lobby primigenio de Moldes. Tres meses después de esa decisión, la funcionaria igualmente ganó el concurso para cubrir la judicatura de Zapala, recibió el acuerdo del Congreso y finalmente quedó al frente del juzgado desde el 1° de Julio del año pasado, mediante el decreto presidencial 815/2016. Durante la subrogancia que tuvo fue acusada por el Colegio de Abogados de Neuquén por presunto mobbing contra un empleado, pero la mujer recibió el explícito apoyo de la UCR local y de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, que conduce Julio Piumato.

 

 

 

La danza de nombres ya resuena en las oficinas del fuero federal barilochense, pero Villanueva sigue al frente del juzgado, con su habitual bajo perfil y con algunos antecedentes sobre la problemática mapuche desde la subrogancia barilochense que le han generado duros cuestionamientos, como la detención del lonko Facundo Jones Huala para extraditarlo a Chile, luego de que su par de Esquel, Guido Otranto, hubiera negado ese pedido al país trasandino tras considerar probado que los testimonios que habían permitido su detención habían sido obtenidos bajo torturas.  El líder mapuche ahora enfrenta un segundo juicio de extradición, en medio de durísimas acusaciones de sus abogados defensores que presentaron 70 pruebas y sólo fueron aceptadas diez.

 

En ese contexto, avanza la investigación sobre el asesinato del joven Rafael Nahuel en manos de un magistrado cuyo destino es, por ahora, incierto.

 

En el centro, Gildo Insfrán, presidente del Congreso del PJ, ladeado por Axel Kicillof, Lucía Corpacci y Juan Manzur. 
El Conicet, blanco de la motosierra libertaria.

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