El pontífice no hizo referencias a Maduro ni a las denuncias de fraude. Cercanía con las comunidades en la diáspora y el gesto del arzobispo porteño.
El papa Francisco expresa preocupación por la crisis en Venezuela.
Vatican MediaLa idea de la Patria Grande latinoamericana siempre estuvo en el sueño del papa Francisco. Los representantes de la Iglesia lo saben, por eso tuvieron gestos de cercanía con quienes en Venezuela o exiliados en países de la región sufren como consecuencia de la crisis política, social, diplomática e institucional en el país bolivariano.
En las palabras del pontífice no hubo referencias a Nicolás Maduro, quien se autoproclamó ganador de los comicios presidenciales de hace una semana, ni a las denuncias de fraude electoral que formuló la oposición.
Tampoco hubo alusiones a las marchas de protestas o a la represión de las autoridades venezolanas. Ni siquiera una adhesión al documento de la Conferencia Episcopal de Venezuela pidiendo la "verificación de las actas de escrutinios".
Igual criterio tuvieron los pronunciamientos del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
La mayoría de las expresiones públicas de los líderes eclesiásticos latinoamericanos fueron de cercanía espiritual, comprensión y solidaridad, en especial con las comunidades venezolanas que emigraron a países de la región en busca de un futuro mejor.
El papa expresó este domingo su preocupación por la situación en Venezuela a la que definió como "crítica" e hizo un llamamiento fuerte a todas las partes para que "busquen la verdad y se comporten con moderación para evitar cualquier tipo de violencia".
Desde la ventana del Palacio Pontificio y ante los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, el pontífice también pidió resolver las controversias mediante el diálogo y sugirió poner delante el "bien del pueblo y no los intereses partidistas".
El CELAM difundió un comunicado en el que expresa su solidaridad al pueblo del país bolivariano en estos momentos de situación política y social "difícil"; y, además de acompañar las expresiones de fraternidad de los episcopados de la región, anima a seguir pidiéndole a Dios que "ilumine el camino de Venezuela hacia la paz, justicia y el bien común".
El presidente del Episcopado argentino, Oscar Ojea, optó por enviarle una carta a su par venezolano Jesús González de Zárate, expresándole su adhesión al mensaje de los obispos del país caribeño pidiendo que "reine la paz, la confianza entre todos los venezolanos y se exprese en verdad la voluntad popular expresada en las urnas".
"La Iglesia argentina se une fervientemente a la oración de la Iglesia del hermano país, pidiendo al Señor que sea 'la prioridad el bien de todo el pueblo de Venezuela, y se favorezcan de manera urgente caminos de diálogo político y encuentro ciudadano", expresó.
Los obispos de las seis diócesis de la provincia de Córdoba, encabezados por el cardenal jesuita Ángel Rossi, peregrinaron al santuario de la Virgen de Lourdes en Alta Gracia y desde allí manifestaron: "Pensamos en los hermanos venezolanos que viven y trabajan entre nosotros, enriquecen con su fe a nuestras comunidades y sienten el dolor por su patria querida; estamos con ellos".
Los obispos chilenos, en tanto, dijeron entender lo que siente el pueblo venezolano que reside en el país trasandino tras “la cuestionada transparencia del resultado de las elecciones” y les expresaron su “afecto, cercanía y sobre todo solidaridad y oración”.
La comunidad venezolana católica que vive en el país suele participar de las celebraciones religiosas en la parroquia Nuestra Señora de Caacupé del barrio porteño de Caballito y desde hace tiempo cuenta con un sacerdote que los guía espiritualmente: Eusebio Hernández.
El religioso fue quien en nombre propio y del arzobispo porteño Jorge García Cuerva le transmitió su solidaridad, cariño fraterno y oración a la comunidad de ese país latinoamericano en Buenos Aires.
"Sabemos que son momentos cruciales para la querida Venezuela y por eso queremos estar junto a cada uno de ustedes; hacernos presentes con nuestro cariño, nuestra oración; acompañarlos en estos momentos para que se mantengan firmes en la esperanza", manifestó en un videomensaje difundido por las redes sociales.
El sacerdote dijo que García Cuerva también le propuso a la comunidad católica porteña que cuando se encuentre con un “hermano venezolano” le brinde “ese abrazo que les brindamos desde el día que llegaron”.
La diplomacia vaticana jugó más fuerte. El observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), arzobispo Juan Cruz Serrano, participó de la sesión especial del miércoles en Washington, en la que adhirió al pronunciamiento del episcopado venezolano pidiendo la verificación de las actas del escrutinio.
“La Santa Sede se suma a cuanto ha sido expresado por la Conferencia Episcopal Venezolana en su comunicado, en el que se constata la vocación democrática del pueblo venezolano, demostrada en la masiva, activa y cívica participación de todos los venezolanos en el proceso electoral”, sostuvo el diplomático vaticano.
El posicionamiento de la diplomacia de la Santa Sede, también quedó de manifiesto este viernes con una publicación en el portal de noticias Vatican News, en el que se hizo eco de la noticia de que Estados Unidos reconocía la victoria de Edmundo González Urrutia.
Casi al mismo tiempo que aparecía la publicación en el medio vaticano, en Buenos Aires el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto emitió un comunicado para despegarse del tuit en el que la canciller Diana Mondino reconoció a González Urrutia como presidente electo en lugar de Maduro.
"Argentina sigue con extrema atención y preocupación los acontecimientos en Venezuela a fin de pronunciarse en forma definitiva", aclaró el texto de la cartera horas después de la publicación de la ministra en Twitter.