ELECCIONES 2023

Martín Llaryora cerró con el PJ del interior que mostró lealtad al recambio cordobesista

Zanjó el primer desafío de campaña. Sigue el engorde del espacio y la pelea por las listas legislativas. Cómo impacta la candidatura de Schiaretti en el plan.

El peronismo cordobés se reunió este martes en el mismo hotel que elige siempre que tiene dar un paso fundamental, en especial en tiempos de campaña. El objetivo central de la peregrinación de 200 intendentes e intendentas de todos los puntos del mapa provincial buscó mostrar a propios y extraños que Hacemos por Córdoba (HxC) mantiene sus resortes territoriales aceitados como en las mejores épocas de sus máximos referentes: José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. Las 1500 personas reunidas en el hotel Quorum pretendieron derribar dos versiones. La primera, que el candidato de Juntos por el Cambio (JxC), Luis Juez, causa sensación fuera de los límites de la ciudad de Córdoba. La segunda, que Martín Llaryora logró vencer las dudas propias del proceso de renovación cordobesista.

El clima fue óptimo y el compromiso fue expresado por cada uno de los asistentes. La noche cerró con un set fotográfico de más de 300 flashes para componer las piezas de comunicación que se colocarán en los pueblos y que se complementará con el diseño de "bajadas" que protagonizará Llaryora con sus voceros con sillas en los Ejecutivos del interior. El primer objetivo se cumplió.

Con Schiaretti y el candidato como oradores principales, la narrativa del acto se concentró en el trabajo futuro, el de una campaña que el peronismo imagina como la más dura de los últimos años y la que asegura que se pondrán en juego los 24 años de gestión cordobesista en la provincia. Casi un plebiscito, como lo asumen algunas de las figuras que desde hace años ocupan espacios centrales en la gestión provincial.

Llaryora anticipó obras, prometió aggiornamiento, les habló a los intendentes y destacó su rol en el armado provincial. “Son la verdadera fortaleza de nuestro proyecto: la territorialidad, la presencia en cada pueblo y ciudad, ahora también en cada barrio de nuestra ciudad de Córdoba”, señaló destacando algo que viene advirtiendo su equipo en cada análisis: “Córdoba siempre ganó la provincia perdiendo la ciudad”.

https://twitter.com/MartinLlaryora/status/1645920778821554177

“Hacemos por Córdoba contará por primera vez con el aporte de una realidad política distinta en la Capital, con alto acompañamiento a un hombre que viene de ese mismo interior y que en estos años transformó la ciudad de Córdoba, como es el intendente Martín Llaryora”, dijo Schiaretti al presentar al candidato ante un auditorio plagado de autoridades municipales que ayer sumó una figurita difícil, la del villamariense Martín Gill, sentado estratégicamente al lado de su par de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas.

El PJ avanzó en una tarea central y necesaria: encolumnar a sus referentes. Con todo, para el trabajo específico en la campaña quedan algunos temas pendientes, como los que definirán los márgenes para el engorde institucional del espacio, el nombre del vice y la manera en que se terminará de negociar el armado de las listas legislativas, el debate que viene en la interna provincial.

Los límites del proyecto presidencial cordobesista

La presencia de Gill y su grupo de intendentes arrojó un dato particular que puede servir para demostrar la importancia meridiana que el poder provincial representa para el proyecto general del schiarettismo. El villamariense, que todavía no tiene acordado con la cúpula del PJ oficialista cómo jugará en una eventual próxima gestión, puso condiciones para asistir. Schiaretti las aceptó. A su manera, claro está.

Los intendentes que insisten con la unidad del peronismo y desde 2019 se reconocen como parte del Frente de Todos y parte del proyecto que comanda el justicialismo cordobés en la provincia condicionaron su presencia a su apoyo a Llaryora y pidieron no ser parte de otra puesta en escena que pudiera servir para la proyección presidencial del gobernador. Finalmente eso sucedió. Aunque lanzó sus tradicionales chicanas al kirchnerismo y a la gestión de Alberto Fernández, por primera vez en mucho tiempo Schiaretti no propuso explícitamente nacionalizar el Modelo de Gestión Córdoba. Tampoco hubo leyendas oficiales que hablaran de su candidatura ni críticas a la gestión de Mauricio Macri.

En la triple campaña que el cordobesismo motoriza y quiere llevar a Schiaretti a la Casa Rosada, a Llaryora al Centro Cívico y a Daniel Passerini al Palacio 6 de Julio, queda claro que el peso del gobierno provincial es el que aparece como el más importante para los activos históricos del PJ mediterráneo. Las otras dos campañas, el martes con casi todo el peronismo provincial encolumnado, brillaron por su ausencia.

Las otras ausencias (a medias, porque enviaron un saludo especial a la militancia de manera virtual) fueron Alejandra Vigo y Carlos Gutiérrez, las dos principales espadas de Schiaretti a nivel nacional. Las presencias del diputado y la senadora estaban descartadas desde la previa y la razón principal parece tener que ver con la proyección de Schiaretti, que desarrollará una agenda abocada a ese plan este miércoles en la Ciudad de Buenos Aires.

Los nombres y las listas

Más allá de eso, la mayor incógnita que dejó el “Encuentro Provincial de trabajo político y territorial con intendentes y candidatos de Hacemos por Córdoba” tuvo que ver con la incorporación de nuevos sectores a la alianza que iba a presentarse oficialmente esta semana pero que quedó en stand by hasta nuevo aviso.

Esa decisión de ampliar el espacio puede ser determinante a la hora de definir un compañero de fórmula para el intendente que quiere ser gobernador. Letra P ya contó que el llaryorismo midió a la radical Myrian Prunotto y al macrista Gustavo Santos para ocupar ese lugar. Además, puede abrir una discusión en torno a la confección de las listas legislativas provinciales.

Se suma un dato fresco: los campañistas del delfín de Schiaretti volvieron a abrir la mesa de encuestas e incluyen en las mediciones a quien fuera la estrella en el firmamento amarillo: el exárbitro y diputado Héctor Baldassi.

Baldassi

El encuentro de ayer también expresó el comienzo de un juego de posiciones en esa dirección, donde más de un centenar de intendentes sin posibilidad de buscar otro mandato empiezan a otear su futuro a partir de diciembre.

Este martes, luego de las palabras de bienvenida del vicegoberador y jefe de campaña, Manuel Calvo, también hablaron el intendente de Villa del Totoral, Alberto Alaluf; el de San Francisco, Damián Bernarte; el de Huerta Grande, Matías Montoto; el de Cosquín, Gabriel Musso; el de Sampacho, Franco Suárez; el de Cura Brochero, Carlos Oviedo; y las intendentas de Despeñaderos, Carolina Basualdo; e Inriville, Julieta Aquino. En muchos casos irán por la reelección en sus distritos, pero el juego de posiciones empieza a ubicar referencias en cada una de las regiones de la provincia.

Martín Gill, fue una de las espadas de Llaryora en la elección provincial. 
El primer retrato juntos. Martín Llaryora fue el anfitrión del acto por la Revolución de Mayo que encabezó Javier Milei en Córdoba.

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