Suena como contrincante del dúo libertario, pero ella hace oídos sordos. El año que viene se le vence el mandato, mientras se focaliza el think tank amarillo.
María Eugenia Vidal, diputada de Juntos por el Cambio
María Eugenia Vidal comenzará a recorrer el país bajo el paraguas de la Fundación Pensar, que preside desde abril de este año, para mantener su presencia a nivel nacional. Dentro del PRO, en cambio, comienzan a verla como la candidata amarilla para conseguir en 2025 una de las tres bancas en el Senado por la Ciudad.
En las últimas semanas, sobre todo después del evento de Pensar en Entre Ríos, distintos sectores del partido amarillo que lidera Mauricio Macri comenzaron a postular a Vidal como una posible apuesta electoral porteña para contar con una figura fuerte propia para enfrentar a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el vocero presidencial Manuel Adorni que sería el tándem elegido de la Casa Rosada de Javier Milei.
"Cuando Mauricio dijo que se aburrió mucho en el Congreso, todas las miradas se posaron sobre Vidal", le dijo a Letra P un integrante de la conducción del PRO. Para enfrentar a La Libertad Avanza en su terruño, parecía inevitable que el expresidente debería volver a una boleta el año que viene. Ya sea por su experiencia legislativa, como dejó en claro en público, o como parte de una estrategia de esquivar una eventual derrota que sería catastrófica, Macri se bajó de la contienda. Al menos por ahora.
La diputada, que tiene que renovar su banca en 2025, también evita especulaciones electorales alrededor de su figura, a contramano de lo que hacen en el PRO. Vidal quiere alejarse todo lo posible de cualquier agenda de "la política" para centrarse en "la agenda de la gente". No sólo lo hace desde su puesto de conducción de la Fundación Pensar, el think tank macrista. A modo de ejemplo: el proyecto que presentó en abril para que los jubilados reciban una suba del 8,1% como compensación por lo perdieron en enero cuando Milei derogó la ley de la movilidad y estableció un nuevo cálculo.
Las elecciones en territorio porteño se llevan buena parte de la atención del exmandatario, como también del jefe de Gobierno, Jorge Macri. Ambos ven en Bullrich y Adorni dos candidatos que podrían desafiar la hegemonía del PRO en territorio porteño. "No hay nada todavía, ni siquiera se habló sobre el tema", se desentendieron en el entorno de la diputada.
Son los informes de la Fundación Pensar el caballito de batalla de Vidal. Con ellos busca darle al PRO insumos técnicos para elogiar o criticar, dependiendo la temática, a la administración libertaria o a ciertos gobernadores, como es el caso de su sucesor, el bonaerense Axel Kicillof. En el último documento, por caso, ponderó la política de desregulación de la economía que lleva adelante el ministro Federico Sturzenegger, pero volvió a remarcar la caída en el índice de desarrollo nacional y denunció una "mala praxis" con los fondos públicos en la provincia de Buenos Aires.
En los próximos meses, Vidal quiere recorrer cada una de las 24 sedes de la Fundación, una por provincia. Ya tiene en carpeta viajar a San Juan, que está gobernada por Marcelo Orrego, un aliado PRO. El cronograma seguirá por Santa Fe y Córdoba, antes de un cierre a fin de año en la Ciudad en donde el foco estará puesto en la inteligencia artificial. En ese evento la diputada quiere que sea también el lanzamiento formal de la fundación más "3.0" de Martín Yeza.
Bajo la conducción de Vidal, la Fundación Pensar empezará a publicar informes sobre temas puntuales que se sumarán al documento que ya se elabora mensualmente. El primero será sobre los niveles de pobreza en la Argentina y luego será turno de otro enfocado en relaciones internacionales.
De esta forma, Vidal buscará complementar su rol como diputada en el medio de la reconstrucción del PRO. Otro de sus objetivos es el de potenciar la búsqueda de outsiders para integrarse a las filas del macrismo.
"Necesitamos para 2025 sumar al menos 300 nuevos dirigentes que, en su mayoría, tiene que estar en las listas", repite Vidal una y otra vez en las reuniones de la mesa ejecutiva del PRO. Evita incluir, por ahora, su propio nombre en una boleta.