Martín Llaryora, en Huerta Grande. Luis Juez, en Villa Carlos Paz. Las localidades turísticas del Valle de Punilla oficiarán de escenario de dos actos paralelos que persiguen el mismo objetivo: pescar en un departamento complejo, tanto para el oficialista Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC) como para la oposición de Juntos por el Cambio (JxC). Este viernes, ambos candidatos salen a la conquista del voto, pero también de sus espadas territoriales.
Llaryora arengará a los intendentes del cordón serrano en el municipio que comanda Matías Montoto. Será la coronación de un intenso proceso de cauterización de heridas que tuvo como protagonistas a figuras encumbradas del peronismo cordobesista, como la senadora Alejandra Vigo y el ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei.
Esta semana, la esposa del gobernador Juan Schiaretti y el integrante de la “vieja guardia” peronista celebraron un plenario en Tanti con 200 dirigentes. En esa pequeña localidad turística había surgido el primer intento legislativo, de la mano del radical Luis Azar, para saltar la ley electoral vigente que prohíbe las reelecciones indefinidas y la falta de acuerdo político para corregir “el efecto retroactivo” de la legislación.
Era necesario el espacio catártico. En Punilla seguía caliente la herida por la decisión de la mesa política de Llaryora de colocar en la candidatura de legisladora departamental a una referente de confianza del vecinalista aliado, Esteban Avilés, candidato a intendente de Villa Carlos Paz y hasta hace poco presidente de la Agencia Córdoba Turismo, que depende del esquema de gobierno de Schiaretti.
Antes de la cumbre en Tanti, hubo una reunión aparte con Montoto, el intendente que será el anfitrión del evento con Llaryora de este viernes por la noche. El peronista pretendía el lugar que quedó para la avilecista Gladys Moreno y manifestó la desazón a sus referentes, pero ratificó que trabajará para Llaryora.
La necesidad de controlar el daño se transformó en oferta concreta. Letra P pudo conocer que Massei ofreció a Montoto la Dirección del Banco de la Gente, organismo que depende de la ministra de Promoción del Empleo, Laura Jure. El intendente no respondió, pero no descarta pedir licencia en la intendencia de Huerta Grande. Todo parece indicar que diría que sí.
En resumidas cuentas, este sería el plafón político para que Montoto camine los municipios en búsqueda del voto, como lo hizo cuando enfrentó en la interna peronista por el departamento a un enemigo personal de Schiaretti, el vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio.
El exsenador albertista y su hija Mariana Caserio, a cargo de la presidencia del PJ en el departamento, pelearán con uñas y dientes sus municipios el 4 de junio. Entienden que de allí emanará su fortaleza para aportar a la campaña a la gobernación de Federico Alesandri, de Creo en Córdoba, el 25 de junio.
Llaryora hizo lo que hizo porque sabe que su suerte en Punilla depende de dos circuitos que están en manos aliadas. A Carlos Paz se suma Cosquín, a cargo del socialista Gabriel Musso que, impedido por la ley, patrocina a la secretaria de Servicios Públicos, también su pareja, para retener el bastión el 4 de junio. La prioridad será esa hasta entonces, aunque el dirigente del partido de la rosa fue enfático en su apoyo a Llaryora.
El frente de Luis Juez
Hay un diagnóstico que comparten frentetodistas de Punilla e integrantes de JxC. “Avilés y Musso son antiperonistas, están a la derecha del radicalismo”, disparan, con picardía, evocando el pasado opositor que, al menos en Musso, ya no es tal. Mientras refuerza la idea de que estos aliados no lo serían tanto, el aliancismo dedicará espacio al departamento turístico.
Juez inaugurará un local partidario y apoyará al candidato de Juntos por Carlos Paz, Emilio Iosa. Llegará en compañía del candidato a legislador por el departamento Punilla, Walter Gispert, viejo colaborador suyo y blanco de reproches, tras el cierre de listas.
La prioridad del candidato a gobernador de JxC en Punilla es recomponer lazos con el radicalismo herido, en especial intendentes que están apadrinados por otro “boina blanca”, Mario Decara. El defensor del Pueblo de la provincia pugnaba por su cuñado, el dirigente de Cosquín, Edgar Larrea. La pulseada la ganó Juez, pero eso desestabilizó la red de contención del departamento en al menos siete municipios.
https://twitter.com/ljuez/status/1658201593618001920
Pese a todo, JxC tiene el compromiso asumido con varios intendentes fuertes de la zona como el de La Falda, primer municipio ganado en este año electoral de la mano del radical Javier Dieminger.
En suma, Juez se mueve seguro, con menos conflictos que Llaryora y, sin proponérselo, con Caserio como aliado silencioso. Ambos comparten el mismo objetivo: que el peronismo cordobesista no se expanda en un bastión que concentra casi 6 puntos del padrón electoral cordobés.