La vicepresidenta le endilga a la hermana del Presidente haberla dejado fuera de la mesa chica. La pulseada por Seguridad y Defensa. Silencio hasta el 24M.
Javier y Karina Milei en Israel.
Noticias Argentinas.
La venganza es un plato que se sirve frío. El popular dicho ayuda a presagiar que la respuesta de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, a las quejas de la vicepresidenta Victoria Villarruel se hará espera, pero -prometen en la Casa Rosada- llegará tarde o temprano. Una quedó afuera de la mesa chica del Gobierno y esa silla seguirá vacía.
Si bien las críticas de Villarruel escalan a la administración de Javier Milei, al oponerse a la idea de la intervención del Ejército en seguridad interior promocionada por Patricia Bullrich y a la nominación del juez Ariel Lijo en la Corte Suprema, la pelea subterránea es con la hermana del Presidente.
La relación entre Karina Milei y Villarruel quedó signada por la desconfianza, luego de que la vice fue expulsada del armado de los ministerios de Seguridad y Defensa. En el canal TN, la vice admitió el malestar, pero se amparó en que respetaba la voluntad presidencial. Sin embargo, ella sabe que fue el "El Jefe" -como el Presidente llama a su hermana- quien convenció a Milei de romper con la promesa de campaña de dejarle a su cargo ambas áreas.
Más allá de las formas, en la Casa Rosada no hubo sorpresas del embate público de Villarruel hacia la administración liberal. "Todos se muestran conformes por el nivel de autenticidad que tiene (en referencia a la vice) al punto tal de que nadie nos llamó para quejarse", afirmó una fuente con acceso al despacho de la titular del Senado. "Para que nos buscan sí saben como nos ponemos", parafraseó el mismo funcionario a su jefa.
La secretaria general, que sabía que propio Milei le dio luz verde a Villarruel para su primera entrevista como vicepresidenta, marcó una única directriz que pueda romper el silencio impuesto en la Casa Rosada: que solamente Bullrich y Petri respondan a las críticas de la excompañera de fórmula de su hermano.
La relación entre ambas figuras de La Libertad Avanza (LLA) está rota desde fines de año y no hay, al menos en el horizonte, ninguna posibilidad de que se arregle. La vice admitió la tensión en la entrevista, donde llamó "pobre jamoncito" a Milei por quedar entre el medio de ambas.
Karina Milei, que ya piensa en el armado liberal del espacio con las miras en 2025, además bajó la orden de no cruzar abiertamente a la vice. "Nosotros no tenemos un problema con ella, sino ella con nosotros", afirmó una fuente gubernamental al tanto de la tensa relación entre ambas. Las diferencias existen, admiten, pero intentan desdramatizar la situación.
Cualquier eventual respuesta a Villarruel de la Casa Rosada, según pudo saber este portal, recién sucederá después del domingo, fecha que concentra la atención de casi todo el oficialismo por la decisión de Milei de armar un video alusivo al golpe de 1976, mientras la oposición saldrá a las calles. El cineasta libertario Santiago Oría tiene guardado el material bajo siete llaves.
La cuestión es por dónde vendrá esa respuesta. Más allá de las formas, en el Gobierno insisten con bajarle el precio a las eventuales repercusiones de las críticas de Villarruel. Una en especial, por la influencia que podrían tener las palabras de la vice en el Senado: el pulgar para abajo a Lijo. Quienes se encargan del poroteo de los votos, están convencidos de que su rechazo no modificará el panorama.