Las elecciones del 18 de mayo formalizarán el fin de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires. En el distrito que gobierna hace 18 años, el PRO volverá a apostar a la pureza, comandada por Mauricio Macri, mientras que sus exsocios de la alianza cambiemita, la UCR y la Coalición Cívica se presentarán por su cuenta.
Este miércoles, al filo del vencimiento de los plazos, el oficialismo porteño inscribió la alianza Buenos Aires Primero, encabezada por el PRO, e integrada también por socios históricos del macrismo, el Partido de las Ciudades en Acción, UNIR, el Partido Demócrata Progresista, Encuentro Republicano Federal, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y el Partido Demócrata.
Como contó Letra P, tanto Jorge Macri como su primo se pondrán al frente de la campaña porteña e intentarán marcar la identidad propia, ahora lejos de quienes fueron sus aliados en las últimas elecciones, el radicalismo y la Coalición Cívica (CC), de Elisa Carrió.
Con la lista propia, el jefe de Gobierno buscará consolidar un bloque en la Legislatura que no tenga fisuras. Hasta el año pasado, el Ejecutivo porteño contaba con todo el apoyo de la bancada Vamos por Más – integrada por el PRO y la CC- los radicales de Evolución y Confianza Pública, el espacio de Graciela Ocaña. Un espacio amplísimo que había consolidado el exalcalde Horacio Rodríguez Larreta con el reparto de lugares a los aliados. Ahora el macrismo quiere volver a la pureza.
El PRO sin Patricia Bullrich ni Horacio Rodríguez Larreta
Pero el espacio se desintegró al ritmo de las disputas públicas entre el macrismo y los libertarios. A fines del año pasado, los legisladores Juan Pablo Arenaza, Silvia Imás y María Luisa González Estevarena, que responden a Patricia Bullrich, rompieron con el bloque que conduce el macrista Darío Nieto para pasarse a las filas de La Libertad Avanza.
De los 12 legisladores que quedaron en la bancada, tres son de la CC, Facundo del Gaiso, Hernán Reyes y Cecilia Ferrero. A los últimos dos se les vence el mandato a fin de año. Carrió ya anunció que el espacio competirá solo en las próximas elecciones legislativas, aunque es probable que siga colaborando con la gobernabilidad de la Macri en la Ciudad. Irá con la lista 47 y la boleta estará encabezada por la diputada nacional Paula Oliveto.
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Ya sin Bullrich como aliada, Macri tampoco tendrá que entregar espacios a otras líneas internas del PRO y apostará por los más leales. Atrás quedará el armado heterogéneo que había impulsado Larreta para asegurarse gobernabilidad. El exprecandidato presidencial había consolidado el acuerdo con el radicalismo y hasta logró cerrar con el Partido Socialista.
Ahora, Larreta competirá por su cuenta con la Alianza Volvamos Buenos Aires, integrada por el Partido Federal y Confianza Pública, que dejó las filas macristas para sumarse a la campaña del exjefe de Gobierno que salió con los talones de punta contra los Macri.
La UCR hace su juego
Aunque siempre tuvieron su propio bloque en la Legislatura, Evolución, los radicales buscarán consolidar su identidad con el armado de la alianza Evolución, donde la UCR convivirá con el socialismo, el GEN, de Margarita Stolbizer e independientes.
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La UCR que se referencia en Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti pondrá en juego tres bancas, mientras que el Partido Socialista solo intentará renovar la que ocupa Jessica Barreto, cuyo mandato vence en diciembre. En tanto, el GEN no tiene representantes en la Legislatura porteña desde 2021.