FASE M

La supercomitiva de Massa

Una quincena de funcionarios de Economía se sumó a la gira por EE.UU. en busca de dólares y del sostenimiento del acuerdo con el FMI. El quinto piso, vacío.

La importancia que le dio a su gira por Estados Unidos el ministro de Economía, Sergio Massa, está reflejada en la multitudinaria y potente comitiva que lo acompaña. Una quincena de funcionarios de primera línea se turnan en las citas programadas del tigrense, lo que dejó a miles de kilómetros de distancia un quinto piso del Palacio de Hacienda llamativamente vacío. El gabinete económico está funcionando, casi de hecho, desde Washington. La misión por conseguir dólares y sostener intacto el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene como primer objetivo mostrar homogeneidad en el programa económico y una solvencia en las cuentas públicas, a partir de la profundización del plan de austeridad que había ensayado Silvina Batakis.

 

La misión norteamericana puso en stand by gestiones económicas sin necesidad de resolución urgente. Según fuentes ministeriales consultadas por Letra P, "la función de las áreas que dependen de Economía están en piloto automático, a la espera de que se resuelvan los problemas centrales vinculados con la escasez de divisas y la estabilidad monetaria". De hecho, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, admitió ante este medio que el empresariado iba a esperar a su regreso, para que "Massa resuelva los problemas del frente externo", antes de pedirle "reglas de juego claras" para poner en marcha un plan de inversiones energéticas, vinculadas con la exportación de gas no convencional extraído de Vaca Muerta.

 

Las oficinas del quinto piso del Palacio de Hacienda están desiertas. Hace casi una semana partieron a los Estados Unidos el jefe de asesores del Ministerio, Leonardo Madcur; el viceministro Gabriel Rubinstein; los secretarios Raúl Rigo (Hacienda) y Eduardo Setti (Finanzas); el subsecretario Leandro Toriano (Servicios Financieros); y el asesor internacional, Gustavo Martínez Pandiani. A esa comitiva de avanzada se sumó el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), Marco Lavagna, quien dejó de frecuentar su oficina en Diagonal Sur para desfilar con asiduidad por Economía, ya que es parte de la mesa chica de expertos de Massa.

 

El grupo, encabezado por Rubinstein, dejó casi cerrada la segunda revisión que el FMI debe avalar para que, en base al acuerdo, se habilite un desembolso de 2.300 millones de dólares para los primeros días de octubre. Con ese monto, más el acumulado que pretende llegar a partir de la liquidación de divisas de las cerealeras por el dólar soja, el Banco Central tendrá las manos libres para pagar capital e intereses que vencen del préstamo con el organismo multilateral de crédito este mes y mantener así a raya las presión devaluatoria. Por eso, con el objetivo de mostrar la estrategia de acumulación de reservas, es que en la megacomitiva de Massa están el vicepresidente segundo de la entidad monetaria, Lisandro Cleri; el director Jorge Carrera; y el subgerente general de Investigaciones Económicas, Germán Feldman. Son todos nombres del redil del superministro, por lo que no llama la atención que el presidente del BCRA, Miguel Pesce, se haya quedado en el país.

 

Como material de lectura, el líder del Frente Renovador se llevó un resumen de gestión de todos los ministerios y lo fue usando en las conversaciones que mantuvo con los distintos organismos de financiamiento internacional. Pero se aseguró tener a mano a dos hombres clave: Rigo y el ministro de Turismo, Matías Lammens. El secretario de Hacienda viene confeccionando el Presupuesto 2023, que debe presentar la semana próxima en el Congreso; pero antes lo llevó al FMI, para encontrar consenso en el principal socio económico del país, a sabiendas de que depende de su aval para sostener el cumplimiento de las metas acordadas por el exministro Martín Guzmán.

 

Volcado recientemente al massismo, Lammens firmó este miércoles con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Maurice Claver-Carone, un acuerdo para el financiamiento de obras turísticas en todo el país con fondos por 33 millones de dólares, como parte del Operativo reservas. El programa se llamará "La Ruta Natural" y es parte del Plan M de potenciar el turismo receptivo como parte de la generación de divisas. Para ello, los funcionarios de Economía analizan medidas que favorezcan el cambio oficial para los extranjeros, que en la actualidad prefirieron vender sus dólares en el mercado informal, ante la brecha cambiaria, por encima del 100% que existe con el blue.

 

La presencia de la secretaria de Energía, Flavia Royón, es significativa también desde lo simbólico, más allá de su rol en el plan de recortes de subsidios en materia energética, gesto al FMI. La funcionaria reemplazó a Darío Martínez, pero el telón de fondo fue la salida de Federico Basualdo, el exsubsecretario que remitía a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se enfrentó, y sobrevivió, a los exministros Guzmán y Matías Kulfas. La silla en la comitiva de la nueva jefa energética es la muestra definitiva que Massa le lleva a Kristalina Georgieva para probarle que tomó todas las riendas del gabinete económico. También viajó la secretaria de Minería, María Fernanda Ávila, que mantuvo este miércoles una reunión de trabajo con Paul Graves, de Livent, empresa dedicada a la tecnología de litio.  

 

La fugaz exministra de Economía y actual presidenta del Banco de la Nación Argentina, Silvina Batakis, volverá a Washington, como contó Letra P, en señal de la continuidad de las políticas de austeridad que le había llevado al staff del FMI horas antes de enterarse que le dejaría el Palacio de Hacienda a Massa.  

 

En Buenos Aires quedó parte del massismo económico: el equipo ejecutivo en áreas de producción. Mientras que el secretario de Comercio, Matías Tombolini, mantuvo una reunión con la UIA para "brindar previsibilidad a las empresas en materia de insumos e importaciones"; su par de Industria, José Ignacio De Mendiguren, acordó con el sector automotriz avanzar en el aumento de la integración nacional de vehículos fabricados en el país. El telón de fondo es la inflación, que la semana próxima se prevé que muestre un salto preocupante en su registro de agosto, cuando lo revele el INDEC. En tanto, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, es el encargado de recibir las buenas noticias del dólar soja, que en lo que va de la semana ya logró sumar liquidaciones por 785 millones de dólares, que le permitieron al BCRA comprar este miércoles más de 300 millones para sus reservas.

 

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