El Círculo Rojo, al igual que los mercados financieros, se apresuró a darle la bienvenida a Sergio Massa al gabinete de Alberto Fernández, que arribó con un fuerte poder de fuego, aunque sin la definición de los jugadores con los que contará en su equipo de gestión, al menos hasta el lunes según anunció. El establishment consideró "necesario" un cambio dentro de "un Gobierno al que le costaron caras las decisiones erróneas o tardías en materia económica", y alertó que "el fuerte ajuste que deberá tomar" impactará en forma de "recesión" en la actividad productiva, lo que repercutirá de manera "inevitable" en una reducción del empleo y un golpe negativo en los índices de pobreza.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, resumió una sensación generalizada en el mundo empresarial: "Si siguen existiendo estas diferencias evidentes, probablemente sea una nueva frustración". La referencia apuntó a la tensa convivencia entre Fernández, Massa y Cristina Fernández de Kirchner, los líderes del frentetodismo que viven hoy una tregua. Para el Círculo Rojo, será necesario que la vicepresidenta "envíe señales claras de respaldo a estos cambios". Una foto que a Silvina Batakis le negaron en su corto paso por el Ministerio. Las dudas ahora están posadas sobre el plan que el aún titular de Diputados llevará al superministerio que el Presidente le cedió, incluso a cambio de una ruptura con su espacio más cercano.
"Massa es un hombre conocido por el sector empresario, pero el problema no pasa por las personas, sino por llevar tranquilidad política y eso lo tiene que hacer exclusivamente el gobierno, porque, por más que se hagan cambios, si dentro de la coalición oficialista siguen existiendo estas diferencias evidentes, probablemente sea una nueva frustración. Ojalá Massa pueda hacer un buen trabajo, porque lo necesitamos todos los argentinos", afirmó Grinman en diálogo con Letra P.
El recambio de nombres en el gabinete dejó de ser un efecto de shock en las expectativas positivas para el establishment. Pero en este caso, abrió una puerta de confianza, porque arribó uno de los socios de la coalición de gobierno, "que podría ordenar la política", tal como afirmaron desde una empresa de peso en la economía doméstica. Ya vieron con buenos ojos el desembarco de Guillermo Michel en la Aduana, donde mostró "hiperactividad y diálogo", algo que reacomodó el tablero de uno de los espacios en donde consideraban que había "fugas" en el comercio exterior.
"Hay cosas por definir en torno de los funcionarios que lo van a acompañar, pero especialmente de aquellos que no continuarán, para dar señales de las medidas que tomará en la gestión. Pero queda claro que, ante tanta inoperancia con medidas que quedaron a medias o que se tomaron tarde y que provocaron la crisis actual, el ajuste fuerte es inevitable. Y eso, como lo veníamos anticipando, provocará una recesión de la actividad, porque es la forma que aplicarán para contener la inflación y tener orden para cumplir con las metas del FMI", aventuró uno de los integrantes de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA), consultado por Letra P.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete, que reporta en la UIA, destacó que “se renuevan las expectativas" con el desembarco massista. "Confiamos en su experiencia y conocimiento del Estado para coordinar los cambios necesarios. "Debe priorizarse a la industria para el acceso a las divisas necesarias para adquirir insumos importados y bienes de capital, no para bienes suntuarios ni productos que tienen sustituto nacional. De esta forma se podrá asegurar la continuidad de las inversiones y la generación de empleo", reclamó el presidente de los jugueteros, Emmanuel Poletto.
Dueños y dueñas de empresas prefirieron el off the record, porque, a pesar de la oficialización de los cambios, hay aún dudas sobre la continuidad de funcionarios clave. El principal apuntado es Miguel Ángel Pesce en el Banco Central. "Obviamente tenemos expectativas positivas con la llegada de Massa al gabinete, para ordenar desde la política a la economía. Pero veremos cuando tengamos más información", le dijo a este medio un constructor de peso en la obra pública.
El mercado le dio la bienvenida a Massa. La cotización del dólar oficial cerró en 137 pesos, con una suba de 28 centavos en relación con la víspera, mientras los bursátiles cayeron hasta 5,8%. Mientras que, en el segmento informal, el dólar blue registró una caída de 11 pesos, a 315 pesos por unidad.