Volvió la paz y Alejandro Amor al Frente de Todos porteño, más precisamente al grupo de WhatsApp del bloque de legisladores. Después la convulsión que se vivió en el chat por la intención del dirigente opositor de apoyar el proyecto larretista que amplió el presupuesto de la Ciudad. Reina la calma, pero las discusiones amenazan con salir debajo de la alfombra en cuestión de meses: en plena turbulencia financiera desatada por la renuncia de Martín Guzmán, la administración del PRO no descarta enviar otra iniciativa para actualizar los númoros de la Ciudad.
Hace dos semanas, Amor, uno de los referentes de Sutecba, el gremio que nuclea a los municipales, adelantó en la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Parlamento su voto afirmativo para el retoque presupuestario que pedía Horacio Rodríguez Larreta, y así lo plasmó en el dictamen. Detrás había un motivo elemental: la normativa aseguraba incrementos salariales para los trabajadores estatales citadinos, ya acordados con el sindicato.
Paralelamente, sus pares de bancada comenzaron a agitar el rechazo al proyecto amarillo, por lo que las diferencias terminaron de saltar por los aires en la reunión de bloque, previa a la sesión, como relató Letra P. Para descomprimir, durante la sesión Amor no apareció por Perú 160, mientras destilaban versiones que señalaban que Mariano Recalde le pidió que no asistiera para evitar que la coalición luzca fracturada. Otras fuentes justificaban que el representante sindical tuvo que asistir a una reunión de la CGT.
En un momento, la tensión escaló hasta tal punto que el dirigente se retiró de manera intempestiva del grupo de Whatsapp del bloque, aunque se encargó de dejar en claro, con el correr de los días y a la distancia, que no auspiciaba la división del espacio opositor. Incluso, el lunes Amor volvió sumarse al chat grupal. “Podemos tener diversidad de pensamiento, pero no hay enemigos. Somos personas que pensamos distinto y, entre nosotros, con responsabilidad tenemos que resolver problemas”, explicó en declaraciones radiales.
“Ellos (sus pares) consideraban que, además de los aumentos salariales, había otros incrementos de obras servicios que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pretende llevar adelante, y no compartían eso. Es legítimo, cuando se está en la oposición es porque se tiene una visión diferente a la del oficialismo, en particular, sobre la aplicación de los recursos”, agregó el legislador , luego de que el proyecto oficial lograra 32 sufragios por parte de amarillos y sus aliados.
En la misma entrevista, Amor explicó que las miradas contrapuestas deben estar presentes en el debate opositor, pero que no pueden impedir el desarrollo de su actividad legislativa y la toma de decisiones. Asimismo, el legislador ahondó en los motivos que desembocaron en el ruido interno del FdT porteño: “Tuvo que ver con el incremento del Presupuesto, que es natural en todas las jurisdicciones a esta altura del año. Sobre todo, teniendo en cuenta los procesos inflacionarios”.
El mismo Amor avisó que esta mirada contrapuesta con el resto del bloque puede volver a repetirse. Con la inflación que no encuentra techo, fuentes de la administración porteña le confirmaron a este medio, cuando todavía no había aprobado la última ampliación presupuestaria, que ya estaban analizando como inevitable enviar otro pedido a la Legislatura dentro de pocos meses.