El diputado nacional de La Libertad Avanza, Javier Milei, encabezó este lunes en La Plata el primer plenario nacional del Partido Libertario: allí, el economista de ultraderecha lanzó su propia versión de la tercera vía para descartar la posibilidad de guarecerse bajo el paraguas de Juntos por el Cambio. "Le guste o no a la casta, soy del Partido Libertario", exclamó en una de sus más de 15 alusiones a “la casta” que realizó en menos de 40 minutos de discurso sobre el escenario del Teatro Bar de la capital bonaerense.
Como telonera del discurso del economista, una pantalla gigante apostada detrás del escenario proyectaba mensajes de simpatizantes, mechados con una peculiar proclama libertaria plasmada a través de una escena de la película Corazón Valiente, donde el personaje interpretado por el también derechsta Mel Gibson arenga a la tropa, aunque en esta ocasión con los subtítulos subvertidos para apuntar contra “la tiranía” del Gobierno, los IFE y programas sociales en general.
En ese clima de euforia, referentes locales del espacio lanzaron dardos hacia sectores libertarios que dan señales de acercamiento a JxC, como sucede con José Luís Espert, a quien parte de la tropa libertaria bonaerense presiona para que vuelva a sintonizar con Milei, el cual –vedado su acceso por las palomas de JxC- destinó varios pasajes de su discurso a pegarle al cambiemismo, al que rotuló como “Juntos por el Cargo”.
“A JxC le gusta estigmatizar a sus rivales. Si no son lo que quieren, son todo lo malo”, enfatizó para marcar: “Ahora se les dio por acusarme de populista. No saben distinguir populista de popular”. En esa línea, adelantó que el 10 de junio el Partido Libertario realizará un acto en la cancha del club El Porvenir, en Gerli.
Al enfocarse en “el populismo” hizo hincapié en “el desorden fiscal” y “la emisión monetaria” a partir de lo cual volvió a hablar de la eliminación del Banco Central con una “bomba”. Sobre el gobierno del Frente de Todos (FdT), cargó: “Aman tanto a los pobres que lo único que hacen es multiplicarlos".
Casta para algunos
Con la violencia discursiva que caracteriza su prédica, celebró que su decisión de sortear su dieta de legislador haya llegado a las páginas de The Washington Post y The Economist. "La tienen adentro", apuntó a quienes, asegura, buscan borrarlo de la agenda mediática. Bajo esa teoría conspiranoide, de las 15 ocasiones en las que mencionó a “la casta”, solo en una la amplificó más allá del campo político. Allí, aludió a los “empresaurios” (sin detallar quiénes y, menos aun, osando mencionar intereses multinacionales) como a “periodistas ensobrados”.
El clamor por la candidatura presidencial del libertario se plasmó en banderas (Fotos: Martín Nievas -AGLP)
De inmediato, una voz de la platea agregó a “los jueces” dentro de la casta descripta por Milei, quien salió del paso haciendo a un lado a los magistrados. “Si le damos independencia, ellos van a tener que arreglarse solos. El problema más grave es que haya tipos que desde la política se encarguen de perseguir opositores”, espetó.
Volver a 1910
Autodenominado “el primer diputado libertario del mundo hispanoparlante”, Milei avizora que el país atraviesa la “cuarta etapa” del populismo: “El estallido”. “Que sepa la casta que se viene el estallido”, aulló al describir un escenario de déficit fiscal, emisión monetaria, controles cambiarios y desempleo.
Ante eso, además de reiterar su melancolía menemista, el economista de ultraderecha tuvo también su añoranza por la Argentina de 1910, aquella que celebró el centenario bajo estado de sitio. Así, aseguró que el país lleva “100 años de decadencia” y “empezó a hundirse en el propio momento en que empezó a abrazar las ideas socialistas”.
La clara referencia al primer gobierno radical disparó del auditorio un insulto hacia la figura del expresidente Hipólito Yrigoyen que generó los aplausos de la platea y las risas de Milei, que, además, disparó hacia Evita. “El modelo de la casta se detalla en la frase ‘dónde hay una necesidad, hay un derecho’. El problema es que alguien tiene que pagar ese derecho y los recursos son finitos”, dijo.
Milei vaticinó “un cambio de época” ante un auditorio que lo clamó para la presidencia, objetivo al que apunta posicionándose como una tercera vía en la que busca subir a los sectores del electorado desencantados de las propuestas tradicionales, con prédica antipolítica pero con recetas neoliberales ya desenfundadas en tiempos de dictadura.