En medio de la creciente tensión dentro del oficialismo, el presidente Alberto Fernández difundió una carta que le envío el papa Francisco, que puede ser leída como parte de una mediación en la guerra fría que mantiene con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El Sumo Pontífice le pide al mandatario "procurar soluciones adecuadas a los problemas que afligen, de manera particular, a los más débiles y descartados".
"Estimo profundamente la carta que me envió @Pontifex_es. Valoro sus palabras como un faro para enfrentar los desafíos de este tiempo y agradezco de corazón sus buenos deseos. El mundo tiene la fortuna de contar con un líder moral que promueve la paz, la equidad y la unidad", celebró el jefe de Estado por Twitter, publicando la imagen del texto firmado por Francisco. Esta vez, a diferencia de anteriores misivas, no fue Presidencia la que difundió la carta sino el propio mandatario. Lo hizo este miércoles, si bien está fechada el 25 de marzo.
Ocurre que la carta de Francisco es, a su vez, en respuesta a otra que le envió el Presidente el mes pasado, al cumplirse 9 años desde su entronización como cabeza de la Iglesia Católica. Después del agradecimiento de rigor, el papa afirmó: "Aprecio su amable gesto y confianza. Lo animo a cultivar la continua búsqueda de los grandes ideales que promueven el respeto y el valor de la dignidad de todos los hombres y mujeres, con la convicción de que formamos parte de una sola familia".
"Pensando en las actuales dificultades que tantos hijos e hijas de la Nación argentina tienen que enfrentar imploro el auxilio de Nuestra Señora de Luján para que, intercediendo ante el Señor Jesús, Príncipe de la Paz, les obtenga a usted y sus colaboradores la asistencia del espíritu de la verdad para trabajar por el bien común y procurar soluciones adecuadas a los problemas que afligen, de manera particular, a los más débiles y descartados", aseveró Jorge Bergoglio.
Y antes de finalizar, se lee en la carta papal: "Le aseguro mi oración por sus intenciones personales y familiares, que el Señor lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide". Y para el cierre, un clásico: "Por favor, no se olvide de rezar por mi".