El ministro de Economía, Martín Guzmán, endulzó este miércoles los oídos de los ejecutivos de las empresas nacionales y multinacionales más grandes de la Argentina que se reúnen en IDEA, cuando prometió avanzar en un marco normativo proclive a la inversión privada directa en materia energética. Fue un día antes de estar en tierras patagónicas, escenario desde el que profundizará su presencia en un área controlada por La Cámpora, donde salieron los dardos más envenenados en contra del titular del Palacio de Hacienda. Para cerrar la semana, el funcionario estará en uno de los encuentros más exclusivos del Círculo Rojo para dar certezas del contexto económico, en medio incertidumbres derivadas de la guerra en Ucrania y los conflictos locales en torno a las importaciones y a la inflación.
"Estamos trabajando con las empresas del sector privado y el Banco Central para articular entendimientos que den lugar a cambios normativos. Esperamos presentarlos en los próximos días", le adelantó Guzmán a la platea de IDEA, que se reunió en Neuquén, corazón de la actividad energética local. El ministro le apuntó a las restricciones en el mercado de cambio al afirmar que “para facilitar las inversiones directas, hay que cambiar regulaciones de capital a las que impuso la administración anterior en el 2019”, luego del resultado de las elecciones primarias del 2019.
La participación del ministro fue virtual y cerró un precoloquio lleno de pedidos de "reglas claras" para la inversión privada en un sector que promete ser la joya del futuro económico. "En el sector energético se presenta una oportunidad histórica para acelerar el desarrollo y esto podría ser transformacional para la Argentina. La clave para acelerar el desarrollo del sector energético es que haya un escalamiento significativo de la inversión", les reclamó, a su vez, Guzmán.
Con una renovada avanzada cristinista en su contra a modo de prólogo, el titular de Economía dejó claro que, luego del acuerdo por la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), su agenda se centraría en la inflación y en la energía. Son dos áreas clave que Guzmán no maneja con funcionarios albertistas. Para controlar los precios está en Comercio Interior Roberto Feletti, un hombre vinculado con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien fue la punta de lanza de las críticas hacia el modelo económico y los problemas que genera la inestabilidad en la macroeconomía. En paralelo, la tensión se trasladó hacia el ámbito de Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, que resiste un aumento en las tarifas de luz.
Por eso no pareció casual que Guzmán haya puesto un pie en ese sector. Horas antes de su llegada a IDEA, había estado con los gremios energéticos de la mano de Héctor Daer, uno de los jefes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y dirigente sindical aliado al presidente Alberto Fernández. Con mensajes encriptados, el albertismo responde en silencio a los embates del kirchnerismo sobre los funcionarios clave que tiene la administración central. "Si se va Guzmán, es una derrota del Presidente", admitieron fuentes vinculadas con otros ministros del riñón presidencial.
Justo cuando la escalada de críticas avanza desde el kirchnerismo, Guzmán eligió el sur de la Argentina para mostrar su poder de vinculación con el Círculo Rojo. El viernes estará en el cierre del encuentro a puertas cerradas que organizan las empresas más poderosas del país. Su mensaje será en el escenario que se armó en el hotel Llao Llao, ante una platea que tendrá entre sus invitados a Agustín Otero Monsegur, Carlos Miguens, Eduardo Elsztain, Federico Braun, Guibert Englebienne, Karina Román, Luciano Nicora, Marcos Galperin, Martin Migoya, Roberto Murchison, Sebastian Bagó y Veronica Andreani, entre otros.
El mundo empresarial tendrá encima ya dos días de pleno debate por las condiciones económicas del país. Al momento de hablar Guzmán, por ese foro habrán pasado el expresidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. En la edición anterior, el invitado fue Eduardo de Pedro, en momentos en donde el clima estaba totalmente enfocado en las elecciones legislativas de medio término.
"Para nosotros, Guzmán es garantía de diálogo y empatía" por los negocios, admitió a Letra P un empresario que no estará entre los participantes del cónclave exclusivo en Bariloche pero que es parte de las charlas entre referentes del sector privado. Según creen, su salida del Palacio de Hacienda "dejará espacio para que el kirchnerismo más duro se adueñe de lugares clave para la elaboración de un plan que tiene que tener a las empresas como aliadas", confesó la misma fuente.
En el entorno de Guzmán prefirieron evitar una confirmación sobre la estrategia seguida para elegir sus pasos en el territorio. Pero admitieron que el "enemigo" que tiene en el Gabinete es Basualdo, de llegada directa al Instituto Patria, desde donde salieron los últimos cañonazos contra su gestión.