El ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó una nueva etapa en su gestión en el Gobierno. Luego de saldar la etapa de la deuda externa con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), este lunes salió a la cancha para mostrar un perfil más vinculado a las problemáticas cotidianas del país. En medio de rumores de cambios de gabinete, que incluye la embestida de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el funcionario comenzó a elevar su perfil y se enfocará en dos puntos clave de la crisis: inflación y energía.
El culebrón Guzmán explicitó la virtual ruptura del Frente de Todos. El acuerdo de facilidades extendidas con el FMI hizo estallar la débil relación entre el presidente Alberto Fernández y su excompañera de fórmula. La tensión que se generó fue tal que hizo que en las últimas horas la continuidad del titular del Palacio de Hacienda se ponga en duda aún más que antes, con un pico que llegará este miércoles cuando el INDEC difunda un elevado índice de la inflación durante marzo, por encima del 6%. El mismo ministro lo admitió el lunes por la noche en una entrevista en C5N. Más resonando fue su frase que se asimiló a un dardo dirigido a las críticas del cristinismo: “Gestionaremos con gente que esté alineada con el programa económico”.
Menos de 24 horas después de una reunión que mantuvo con el Presidente en la quinta residencial de Olivos el domingo por la mañana, Guzmán salió de su despacho para visitar el populoso conurbano bonaerense, en donde los problemas por precios, trabajo y pobreza arrecian. Como en épocas electorales de 2019, el ministro visitó una fábrica en Ituzaingó y escuchó los reclamos, pero se llevó elogios que le sirvieron para contrarrestar la idea de que es sólo "el ministro de la deuda". Eso, al menos, dicen desde su cartera.
"Lo primero que quiero hacer, ministro, es un reconocimiento. Se lo dije personalmente. Hoy cuando venía para acá venía escuchando en la radio sobre posibles cambios de gabinete y estoy convencido que tenemos un gran ministro de economía", le dijo un empresario que fue testigo de la recorrida por la compañía eco-innovadora que brinda insumos para control de infecciones y soluciones en los sectores de la salud, agroindustria y sector público.
Luego de calificarlo de "patriota”, por dejar su residencia en Estados Unidos y sus empleos en el exterior, opinó que "en silencio, con muchísima humildad, capacidad y con bajo perfil" le "ha ahorrado 37 mil millones en la renegociación de la deuda". "Como se lo comentaban los colegas, pienso que el pueblo se da cuenta de lo que significa esto que ha realizado usted tanto con los acreedores privados como con el Fondo Monetario", sostuvo el empresario, según pudo reconstruir Letra P.
Ese mensaje, para algunos camporistas incluso "exagerado", le sirvió al ministro para mostrarse "más cerca que nunca" de los problemas cotidianos, pero a la vez de la necesidad de haber logrado la normalización de las relaciones financieras mundiales como base de despegue de políticas macroeconómicas locales.
La semana pasada, en el marco de la mesa de diálogo tripartito, los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezados por Daniel Funes de Rioja, le reclamaron a Guzmán que "empiece a hablar más". "Tiene que dar más explicaciones públicas para bajar las expectativas inflacionarias, porque todos los productores se llevan con el rumor que se lee en los medios de comunicación", se quejó ante Letra P uno de los asistentes al cónclave entre empresarios, sindicalistas y funcionarios.
Lo cierto es que su visita a la fábrica en oeste del conurbano mostró "a su modo" que estará presente en la agenda del día. Hay dos puntos que lo desvelan: la inflación, con el efecto guerra Rusia-Ucrania y sus consecuencias globales; y la normalización energética. Ambas agendas fueron parte de las críticas del kirchnerismo más duro para con la gestión económica, ante la aceleración de la remarcación de precios en las góndolas y mostradores, y la la falta de dólares para importar gasoil.
Fuentes camporistas, consultadas por Letra P, admitieron que la presencia de Guzmán en el gabinete es "la garantía de que el plan del FMI se va a aplicar por encima de las necesidades de la gente", que implica "un ajuste que empeorará los ingresos de los argentinos". "No queremos meter a ningún funcionario más, sino ponerle límites a un plan que nos va a llevara a perder las elecciones el año próximo", le dijo a este medio un dirigente político, con cargo en la función pública, que tiene vínculo estrecho con el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
Dentro de un mes, el equipo técnico del FMI llegará al país para revisar el cumplimiento trimestral de la aplicación del programa de Facilidades Extendidas. Allí debería estar presente Guzmán, ya que su desplazamiento pondría en duda la continuidad del acuerdo y el pago del segundo desembolso por 4.100 millones de dólares. Para adentro de la Casa Rosada, el ministro estará blindado hasta esa fecha.