FASE M

Sin la letra chica de Precios Justos, el Círculo Rojo se presta solo para la foto

Massa lanzará el plan para congelar 1.500 productos, pero no habrá firma del acuerdo hasta no negociar las condiciones y beneficios. Cumbre devaluada de la UIA.

El Círculo Rojo estará presente este viernes para la foto del lanzamiento del programa Precios Justos que Sergio Massa propulsó para intentar contener la escalada de precios, que preocupa tanto al sector público como al privado, pero no habrá firma de ningún acuerdo. Principalmente porque falta la letra chica del entendimiento, que deberá contener, según el mundo empresario, un canal verde para las importaciones de las firmas que sean parte del plan de estabilización de precios. La canasta será de 1.500 productos, aunque varias alimenticias se enteraron en las últimas horas que serían parte del plan antiinflacionario.

 

"Vamos a participar del programa con los productos que tenemos en Precios Cuidados. Pero nuestra producción necesita importar alrededor de 100 millones de dólares y, como contraparte, necesitamos tener la garantía de tener, al menos, 10 millones para garantizar la producción", le dijo a Letra P el gerente de una empresa alimenticia, que admitió que "está en veremos la supuesta propuesta del canal verde" para el ingreso de insumos y bienes de capital para los participantes de Precios Justos.

 

La participación del ministro de Economía en la Conferencia Industrial de la UIA este jueves destacó en un cónclave que en los papeles venía devaluado, ante la ausencia de varios de los vicepresidentes que integran el Comité Ejecutivo de la entidad fabril. También hubo faltazo de los dueños de las empresas más grandes del país, como el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca; el dueño del Grupo Arcor, Luis Pagani; o integrantes de la familia Blaquier que controlan al Grupo Ledesma. Supieron estar en otros eventos industriales, ya que se esas empresas mantienen un fuerte vínculo de poder en la central fabril.

 

Entre los dueños de la casa que estuvieron ausentes se destacaron Luis Betnaza y David Uriburu de Techint; Adrián Kaufmann Brea, de Arcor; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza (AGD) y Guillermo Moretti, de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). Los cinco estaban afuera del país, según señalaron fuentes consultadas. Incluso, Massa estuvo por participar por videoconferencia de la cumbre, pero al final logró compatibilizar agenda y ser parte de la charla con los empresarios.

 

El jefe del Palacio de Hacienda anunció la incorporación del director ejecutivo de la UIA a una mesa de monitoreo para coordinar “con cada una de las cámaras cuáles son las situaciones críticas e ir resolviéndolas”. Y el ministro anticipó que el año próximo los industriales tendrán un cupo 20% superior de importaciones en relación con las operaciones que cerrarán este año. Esa respuesta buscó atemperar los ánimos que sobrevoló la convención, en donde los reproches por los problemas que está generando el freno en las importaciones, con el consecuente temor por el desabastecimiento.

 

“La realidad nos está mostrando un retraso en las aprobaciones que ya está afectando a la cadena productiva. Por otro lado, cuando son autorizadas tienen una fecha de pago que no son adecuadas para el 99% de las empresas a los valores de mercado que pueden conseguir. Y cuando nos damos vuelta para buscar financiación, no encontramos a nadie atrás. Los proveedores nos dicen que el plazo de 180 días no existe. Vamos a necesitar plazos de mercado normales para poder conseguir nuestros insumos importados”, le reprochó a Massa el secretario de la UIA y uno de los dueños de la empresa Sinteplast, Miguel Ángel Rodríguez, cuando moderó la charla.

 

De todos modos, a pesar las "evasivas" a los reproches de los industriales, la presencia del jefe del Palacio de Hacienda generó cierta "tranquilidad" por los compromisos asumidos. Sin embargo, hay desconcierto. Según pudo saber Letra P, el acuerdo firmado hace una semana con los industriales textiles todavía no cuenta con lista de precios a congelar. Incluso, Massa anunció el avance de un plan para el sector que se estará por anunciar a principios del año próximo, pero los empresarios desconocen sus implicancias.

 

Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner.
Sergio Massa, junto a sus armadores en Córdoba, Tania Kishakevych y Agustín González

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