Sin soldados en el campo de batalla, la guerra gaucha continúa. Tras la movilización del 9 de Julio, los sectores combativos del campo se reconfiguran de cara al próximo encontronazo. Los autoconvocados fueron protagonistas del último enfrentamiento y quedan esas marcas en la arena. Sin embargo, ahora la posta la tomó la Mesa de Enlace y las entidades cargan con la presión de resolver esta situación.
Los productores autoconvocados gestaron desde abajo y generaron el escenario para mostrar que están presentes, pero la heterogeneidad de estos grupos dejó algunas marcas en el frente interno. No todos los sectores hicieron balances positivos de la protesta.
El principal reclamo de determinados espacios es una participación más activa y firme de las cuatro entidades. Se esperaba un gran anuncio que nunca llegó y generó malestar, una disconformidad que llegó al núcleo de los autoconvocados. El resto de los productores atraviesa satisfacción porque considera que la Mesa de Enlace se fortaleció y tiene espalda para sentarse a negociar. Ahora resta que el Gobierno esté interesado en llamarlas
Los autoconvocados mostraron sus cartas y ahora decidieron replegarse en las entidades. Desde el entorno de los tres mosqueteros que impulsaron el 9J, señalan que a partir de ahora todas las decisiones serán consensuadas con los dirigentes rurales. “No se van a encontrar con un martes 13”, señalaron. Enaltecer a Coninagro, Sociedad Rural, Federación Agraria y CRA les hizo perder poder de fuego y decisión. Sin embargo, las entidades son cuidadosas.
Quienes conocen de cerca el entorno de las entidades rurales sostienen que los autoconvocados mostraron diferencias internas y no se sabe para dónde pueden salir algunos grupos. Al mismo tiempo, señalan que se encuentran en una tregua porque necesitan diálogo con el Gobierno.
Las cuatro entidades salieron a buscar apoyo de ocho gobernadores. Hasta el momento consiguieron tres vistos buenos de tres reuniones y aún les quedan kilómetros por recorrer. A partir de los encuentros con los mandatarios y el apoyo de autoconvocados esperan tener novedades pronto. “La movilización no gustó en el Ejecutivo, el llamado va a tardar”, comentan en la mesa chica de la dirigencia rural.
Un modelo para armar, nunca para desarmar, cantaba Gustavo Cerati. Vaya si los autoconvocados no están armando un posible escenario de manifestación. La decisión deberá ser de la Mesa de Enlace, ya sea oficial o tácitamente. En este sentido, los productores anticipan que, si en los próximos días no hay llamado del Gobierno, habría movilización, pero antes deben consensuar con las entidades.
Desde el entorno de los tres mosqueteros aseguran que conseguirán nuevamente el apoyo de otros sectores más allá del agropecuario. Algunos se animan a redoblar la apuesta y hablan de 100.000 personas, pero el clima pareciera ser otro y ahora tienen las riendas las cuatro entidades. La Mesa de Enlace marca el ritmo y los autoconvocados esperan la señal.