Un inesperado decreto de restricciones que anunció este miércoles el gobierno provincial de Omar Perotti desató un furibundo cruce entre un par de funcionarios de la Casa Gris y las intendencias santafesinas. Esa reacción obligó al Ejecutivo a repensar la estrategia y comunicar, horas después, una resolución aclaratoria del decreto tempranero.
Ante un crecimiento acelerado de casos positivos de Covid, Perotti prohibió por decreto, a la mañana del miércoles, los eventos masivos con más de 500 personas. La aplicación del expediente 3.374 regía de manera inmediata y hasta el 28 de febrero.
La medida descolocó a los intendentes, quienes desconocían el decreto con antelación, como para preparar el terreno en sus distritos. La bronca escaló rápido y se acentuó en un Zoom que mantuvieron con la ministra de Salud, Sonia Martorano, y el secretario de Municipios y Comunas, José Luis Freyre.
La batuta, en el cónclave digital, la llevaron los intendentes de Rosario y Santa Fe, Pablo Javkin y Emilio Jatón. Visiblemente enojado, el rosarino explicó que el decreto era inaplicable en una ciudad de las dimensiones de Rosario. La normativa, por ejemplo, obliga a suspender gran cantidad de eventos ya anunciados, tanto en el espacio público como en el privado.
Algunos lugares, con capacidad para más de 500 personas, debían poner en duda sus reservas para la cena de fin de año. Esa demanda y bronca repentina cayó sobre las intendencias. Un supermercado rosarino organizó para el 3 de enero un recital de Soledad ya con entradas agotadas. “¿Tengo que ordenar la suspensión?”, se preguntó Javkin.
Contra las cuerdas, Martorano le confirmó a Jatón que no redactó el decreto. El capitalino, en un marco de enojo generalizado, deslizó que pensaba levantar los controles municipales nocturnos para la noche del 31 y que sea la provincia, en cambio, la que se encargue de la tarea.
Fuentes del municipio santafesino le confiaron a Letra P que no creen que el anuncio sea un castigo a los intendentes de las dos ciudades más importantes, tras el rechazo al Presupuesto que efectuó la Legislatura.
Tras una tarde caliente, primero por el anuncio y luego por el tenso encuentro digital, la Casa Gris emitió una “resolución aclaratoria” de la mano del ministro de Gestión Pública, Marcos Corach. El funcionario acomodó los tantos y explicó que municipios y comunas podrán, previa consulta a Martorano, autorizar un aforo del 70 por ciento en actividades públicas y privadas, en espacios abiertos y cerrados.
Durante la mañana de este jueves, los municipios de Rosario y Santa Fe se pasearon por radios locales para blanquear su malestar. “Este decreto es difícil de aplicar sobre la hora, no habrá cambios en las actividades para las costaneras", le remarcó Jatón a LT10. En tanto, el secretario de Gobierno rosarino, Gustavo Zignago, le dijo a Radio 2: "No fuimos consultados por el gobierno provincial para participar de la redacción del decreto”.