El diputado bonaerense de Juntos por el Cambio Matías Ranzini se para del lado dialoguista de la grieta en la alianza opositora y pide correrla hacia el centro. Cercano al diputado Cristian Ritondo y en el entorno del trío para la moderación en la Cámara baja, destaca que en la pelea interna por los liderazgos sobresale la exgobernadora: “Si Vidal fuera alemana, sería nuestra Angela Merkel”, dice, comparándola con la jefa de gobierno de Alemania. Además, en este reportaje con Letra P, critica la política de seguridad del gobierno de Axel Kicillof aunque destaca al ministro Berni.
-¿Regresó la grieta al terreno político?
-Hay que empezar a obviar la grieta y discutir las cuestiones de fondo. Antes que hacer valoraciones sobre lo que dicen dirigentes de otros espacios políticos hacer consideraciones sobre lo que tenemos que hacer. Podemos tener matices, diferencias y discusiones públicas pero ir a los extremos no le sirve a nadie.
-Son posturas que también tienen en Juntos por el Cambio…
-Siempre tenemos debates porque son el núcleo sustancial de la política. Nosotros tenemos que ir a un esquema de partido más centrado para tener políticas de Estado a largo plazo y también creo que fue María Eugenia Vidal la que logró sentar esas bases.
-¿Quién conduce hoy el espacio?
-En la provincia de Buenos Aires, la líder natural es Vidal. Es nuestro eje de debate. Ella es la que logra instalar discusiones, miradas y realidades… si fuera alemana, sería nuestra Ángela Merkel.
-¿Entonces, el debate de conducción interno se da a nivel nacional?
-No. En el esquema nacional, Buenos Aires es la provincia más populosa del país, por lo cual Vidal es también una referente.
-¿Qué opina de la iniciativa oficialista de incrementar impuestos a los bancos para paliar la crisis?
-Tendría que ver bien el texto para dar mi opinión.
-¿Qué rol ocupa Cristian Ritondo en Juntos por el Cambio?
-Cristian es un cuadro político antes que todo. Sin dudas, fue el mejor ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Y si bien obviamente es una cartera muy movida y demanda la atención las 24 horas del día, fue el ministro que más tiempo duró en el cargo y mejores resultados tuvo. Eso se valora mucho en Juntos por el Cambio. Y hoy como jefe del bloque está demostrando que es uno de los mejores dirigentes políticos a nivel nacional.
-¿Qué opina del trabajo de Kicillof?
-Hay áreas muy sensibles en las que no tiene presencia constante y delega los temas, por ejemplo, la inseguridad. Los hechos delictivos aumentaron bastante y la sociedad se siente desprotegida nuevamente. Creo que, en parte, se debe a que el gobernador no siente afecto por la policía bonaerense, y no por una cuestión de gestión. Es un punto muy flojo, pese a que el ministro Sergio Berni es muy apto para su trabajo.
-¿Está conforme con el trabajo de Berni?
-Por más que uno sea apto y tenga los conocimientos suficientes, si después no está el gobernador que respalde y le interese el tema, es muy difícil. Creo que para Kicillof la Policía no es una prioridad. De hecho, los policías y efectivos del servicio penitenciario tienen sus salarios atrasados, a diferencia de otros sectores del Estado.
-¿No cree que eso se da porque la crisis sanitaria absorbe gran parte de la gestión? ¿O hace otra lectura?
-Kicillof ve a la Policía como un objeto de represión de una clase sobre la otra.
-¿El incremento de la inseguridad de la que habla se da por la suba de las desigualdades en la crisis?
-No es por un tema de si la persona tiene para comer o no, sino por falta de otro tipo de contención. Y esto lo podemos observar en Zárate con los hechos que se dieron en las últimas semanas, donde hubo asesinatos o tiroteos en la ciudad, llevados a cabo por personas jóvenes y reincidentes, que no lo hacen porque tienen hambre sino por otras carencias que tienen que ver con la ausencia del Estado. La contención para quienes salen de las cárceles es un desafío que tenemos. El ministro Julio Alak nos dijo que iba a empezar a informar a los municipios sobre la salida de las personas que están detenidas, para que ese municipio haga un seguimiento y un plan de contención para bajar la tasa de reincidencia. Si se hubiera aplicado esto en Zárate, se habría evitado el asesinato del gendarme.
-¿Cree que la política debe tomar nota de los contagios? Por caso, el de Alex Campbell.
-El virus no distingue raza, religión ni partido político. Es una pandemia que la sufrieron otros políticos en el mundo como Boris Johnson y los argentinos no estamos exentos. Pero sí creo que deberíamos resguardarnos un poco más y tomar todas las precauciones.
-¿Qué opina del supuesto espionaje ilegal durante el gobierno anterior?
-La democracia tiene la gran deuda de hacer una buena ley de inteligencia. Creo que con la nueva Comisión de Seguimiento de Inteligencia se puede empezar a avanzar en este sentido. Es un tema delicado que está en manos de la Comisión del Congreso y obviamente es preocupante como para tomarlo con liviandad.