El vicegobernador de Río Negro, Alejandro Palmieri, entiende que la crisis por la pandemia generará una transformación, pero tanto el oficialismo como la oposición “en esencia” seguirán siendo lo mismo. “Podremos adquirir, porque toda crisis es motivadora, nuevos enfoques, nuevas miradas”, asegura. El titular de la Legislatura elogia el trabajo del área de salud y habla de la “capacidad” de algunos sectores para resolver los problemas de una crisis profunda que golpeó a la economía rionegrina.
"No hay que perder de vista lo que pasa a nivel local, sobre todo con los intendentes, que tienen la responsabilidad de administrar y tienen que reunir todos los meses los fondos para pagar salarios y se les han caído los ingresos", afirma en diálogo con Letra P.
-¿Cómo sale el sistema político de esta crisis? ¿La buena relación oficialismo-oposición puede durar más allá de la pandemia?
-Hay que partir de la base de que, cuando los problemas son realmente serios, parece haber un código no escrito de dejar de lado las mezquindades políticas o los intereses sectoriales de todo tipo. Es difícil establecer cómo sale la dirigencia política de esta situación en plena pandemia. Todos estamos sometidos a prueba, y no hay que perder de vista que estamos ante una enfermedad que hoy no se puede controlar desde la ciencia y menos desde la política. Los estados más desarrollados del mundo están en crisis. Lo que sí sabemos es que debemos esforzarnos al máximo para frenar su expansión.
-¿Es posible imaginar un cambio de paradigma en el sistema político y en la forma de construcción de poder?
-Todos vamos a salir transformados, pero en esencia seremos los mismos. No es fácil reprogramarse, dejar de lado pautas culturales, formas de construcción. Sí podremos adquirir, porque toda crisis es motivadora, nuevos enfoques, nuevas miradas. Por ahí creo que va a pasar el aprendizaje.
-¿Qué enseñanza puede dejarle esta crisis a la dirigencia política?
-Ojalá que seamos mejores más allá de la pandemia. Todo dependerá de la capacidad de los distintos actores, tanto políticos, como sindicales, empresarios o religiosos, de entender que el bien común debe ser un objetivo de todos todo el tiempo. Y así como hoy enfrentamos este virus, del mismo modo deberíamos afrontar muchos otros desafíos, porque la crisis económica que se nos avecina va a requerir de mucho compromiso y claridad.
-¿Cómo observa este escenario en Río Negro? ¿Qué le dicen los intendentes y los legisladores?
-Hay preocupación por la cuestión sanitaria, pero con mucha confianza en cómo va llevando adelante el proceso la gobernadora Arabela Carreras, el ministro de Salud, Fabián Zgaib, y todo el gabinete. Veo mucha seriedad y responsabilidad. Pero no hay que perder de vista lo que pasa a nivel local, sobre todo con los intendentes, que tienen la responsabilidad de administrar, y tiene que reunir todos los meses los fondos para pagar salarios, y se le han caído los ingresos. Ellos están más alarmados que el resto. En cuanto a los legisladores, actúan de caja de resonancia de lo que pasa en sus localidades y regiones, y aportan todos a las decisiones que vamos tomando. Son clave para ir trasladando falencias, dificultades, posibles salidas de situaciones que, por el vértigo de este momento, no son contempladas.