Con su Frente Renovador, Sergio Massa tendrá una elección aparte el próximo domingo. El resultado de las Primaria Abiertas, Simultáneas y Obligatorias le servirá para evaluar el saldo que le deja el acuerdo con el peronismo K, en lo que hace a la representatividad que hoy tiene su fuerza política en los lugares de poder. En octubre, el primer precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires pondrá en juego nueve intendencias, además de bancas tanto en la Cámara de Diputados de la Nación como en la Legislatura bonaerense. La elección le traerá certezas sobre su plan 2023, una carrera que, a priori y al calor del acuerdo, parece más vigente que nunca.
El cierre del acuerdo con el peronismo K dejó a Massa mirando a 2023. En caso de derrota peronista, el ex intendente de Tigre avanzaría como referente fuerte de la oposición del segundo mandato de Macri. En caso de victoria, tendrá un lugar preponderante en la estructura de gobierno. Se sugiere que podría ser con la presidencia de la Cámara de Diputados.
El sábado pasado, cuando volvió a mostrarse públicamente con Cristina Fernández tras seis años de distanciamiento, la ex mandataria habló del fuerte endeudamiento de Macri e instó a Massa a “pensar en algún mecanismo” para no “estar librados a la mano de cualquiera que se le ocurra, en virtud de que gana una elección, hacer cosas que comprometan a generaciones y generaciones”.
Pese al “gesto de generosidad” -como dicen propios y aliados- de bajarse de la pretensión presidencial para hacer un frente opositor potente, el líder del FR no corre la mira de la Casa Rosada. Desde que selló el acuerdo con los Fernández se puso al hombro la campaña, pero su esposa -Malena Galmarini- dio algunas señales, en una entrevista con Letra P, sobre al plan futuro de Massa. “Para mí, el mejor candidato, siempre, es Sergio. Pero lo mejor es enemigo de lo posible”. El ex intendente de Tigre no abandonará la pretensión presidencial.
Son seis los lugares que aportó el ex intendente de Tigre en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires de un total de 35 casilleros. En el búnker de Todos calculan que pueden meter entre 15 y 16 legisladores. De ese total, el massismo lograría asegurar la presencia del propio Massa, que encabeza la lista, Cecilia Moreau, que busca renovar su banca, y el diputado Ramiro Guitérrez, que quedó en el casillero 13. En el casillero 16, en una zona gris, aparece Alicia Aparicio, la esposa del intendente de San Fernando, Luis Andreotti.
La elección bonaerense se lleva casi toda la atención para Massa y los suyos. Con el sello de Todos, buscará retener 9 comunas propias. General Las Heras, San Fernando, General Pintos, Necochea, General Alvarado, San Andrés de Giles, San Miguel del Monte, Villarino y Chascomús. Además, y lo que es de interés para el FR, buscará retener la presencia en la Cámara de Diputados y de Senadores para el período 2019-2023.
En la negociación con el peronismo, antes del cierre de lista, Massa pidió un lugar de acceso seguro por cada una de las ocho secciones electorales, con excepción de la Primera, donde exigió dos lugares de los 15 a renovarse. La negociación le resultó fructífera: consiguió lo que buscaba y se encamina a mantener volumen político. Es decir, cambiarán los nombres, pero no la cantidad de bancas propias.
El bloque del Frente Renovador en la Cámara baja bonaerense pone en juego siete bancas y con una buena elección puede llegar a meter nueve legisladores.
MASSISTAS DE TODOS. Con sello renovador entrará por la Primera sección la concejala de Tigre y esposa de Massa, Galmarini. También tiene altas posibilidades de renovar su banca el actual presidente del bloque, el diputado Rubén Eslaiman, quien quedó como quinto candidato. En 2015, solo el Frente para la Victoria –sin la estructura de Massa- logró ingresar seis diputados.
Por la Cuarta sección electoral, Massa no le dio lugar al actual legislador de su espacio Javier Mignaqui. Pero tiene su lugar asegurado el intendente de General Pintos, Alexis Guerrera, que quedó quinto en una sección que tiene 14 representantes.
En la Quinta puso a Marcela “Coqui” Faroni, que ocupa el lugar de su hermano Javier, y no tendrá demasiados problemas en entrar ya que está en el puesto cuatro en la boleta de Todos por una sección donde se eligen 11 diputados. Tercero está el intendente de General Alvarado, Germán Di Césare, quien también será electo.
En la Sexta sección, donde no tenía nada, no hay sorpresas. En la Séptima sección electoral ponía en juego la banca del diputado Ricardo Lissalde, quien no ingresó en la lista de Todos. En su lugar irá Luciana Padulo, una massista que es de Pilar. Va segunda, detrás del camporista César Valicenti y es factible que ingrese.
Por la Octava sección electoral aspira a meter a Juan Martín Malpeli. Está tercero en la lista de senadores, pero si el Frente de Todos obtiene el 33% de votos (que es el piso para ingresar) y el oficialismo no alcanza ese número, automáticamente Malpeli se convierte en senador. Todo es ganancia: por la sección que representa a la ciudad de La Plata el líder renovador no tiene ninguna banca.
Pese al escenario favorable, Massa no pudo darles continuidad a los legisladores Alejandra Martínez, Rocío Giaccone, Juan Manuel Cheppi y José Ottavis, del bloque aliado del Frente Amplio Justicialista.