Elecciones 2019

¿Continuidad o cambio? En las primarias de Uruguay irrumpen los outsiders

Los partidos elegirán a sus candidatos a presidente. Martínez en el Frente Amplio y Lacalle en el Partido Nacional son los favoritos, pero deberán ganarles a rivales extra política.

MONTEVIDEO (Enviado especial) Uruguay celebra este domingo elecciones primarias y simultáneas (no obligatorias) para todas sus fuerzas políticas. El foco está puesto en los dos espacios con chances de ganar los comicios que se realizarán el 27 de octubre próximo, el mismo día que en Argentina, el oficialista Frente Amplio, el opositor Partido Nacional y, en menor medida, el Partido Colorado. En el resto, el desafío principal es superar el piso de 500 votos que impone la constitución para poder participar de las generales.

 

 

La novedad es la irrupción de candidatos que, tanto presentándose por dentro o por fuera de los partidos tradicionales, no provienen del sistema político.

En el espacio gobernante, el favorito es el actual alcalde de Montevideo, Daniel Martínez, que debe competir con Carolina Cosse, Mario Bergara y Oscar Andrade. Martínez es el candidato “oficialista” dentro del oficialismo y su principal rival es Cosse, que representa al MPP, espacio político referenciado en el ex presidente José Mujica. Más atrás en las encuestas está el sindicalista Bergara, respaldado por el Partido Comunista, que expresa al ala más centrista del FA.

 

Entre los “blancos”, el favorito es el senador Luis Lacalle Pou, hijo del ex presidente homónimo y perdedor del ballotage en 2015 contra el actual presidente, Tabaré Vázquez. Promueve políticas pro mercado y su tradicional rival, con posiciones más de centro, es el senador Jorge Larrañaga, pero en los últimos días ha crecido la figura del outsider Sartori, un desconocido multimillonario con inversiones en negocios agropecuarios y en el fútbol que viene desarrollando una fuerte campaña en redes sociales, sacudiendo la siempre previsible política uruguaya. Su suegro multimillonario ruso alimenta rumores de una intervención de Vladimir Putin. Aunque de manera testimonial, también participan de esta primaria el Intendente de Maldonado, Enrique Antía, y el diputado Carlos Lafigliola.

 

Por su parte, el también histórico Partido Colorado tiene como principal precandidato al dos veces presidente Julio María Sanguinetti (1985-90/1995-2000), defensor acérrimo de políticas pro mercado, pero las encuestas marcan ahora un crecimiento de Talvi, que expresa una suerte de intento de retorno a las fuentes del PC, con posiciones pro mercado en lo económico y progresistas en lo social y valórico. Sin chances aparecen el senador liberal José Amorín Batlle, Pedro Etchegaray, José María Querio y Edgardo Martínez Zimarioff.

 

 

Con un discurso centrado en el combate a la inseguridad, el novel Partido de la Gente tendrá internas entre el empresario Novick y Fernando Carotta.

 

Y sin internas, también participan de esta elección el socialdemócrata Partido Independiente con Mieres como candidato, el izquierdista Partido Unidad Popular con Gonzalo Abella, el partido Ecologista Radical Intransigente con César Vega, el trotskista Partido de los Trabajadores con Rafael Fernández, el nacionalista y conservador Orden Republicano con Hugo Grossi, el Partido Verde Animalista con Gustavo Salle, el partido Cabildo Abierto con el ex jefe del Ejército Guido Manini Ríos, los centristas Abriendo Caminos con Jorge Patritti y Democrático Unido con Jorge Silva y el promotor de nuevas formas de democracia con redes sociales Partido Digital con Daniel Goldman.

 

Más allá de las primarias, las encuestas señalan una fuerte paridad entre frenteamplistas y blancos, con alrededor de un tercio de los votos cada uno.

Más allá de las primarias, las encuestas señalan una fuerte paridad entre frenteamplistas y blancos, con alrededor de un tercio de los votos cada uno. Queda relegado una vez más el antes todopoderoso Partido Colorado, con cerca del 15%. Y mucho más atrás aparecen las candidaturas de Novick, Mieres y Manini Ríos.

 

El más perjudicado en estos sondeos es el oficialismo, que, desde su primer triunfo en 2005, nunca bajó del 40 o 45 por ciento en la primera vuelta.

 

Según algunos especialistas, la persistencia en el poder le estaría restando votos entre los jóvenes. Hay cuatro grandes grupos etarios: los de mayor edad, todavía ligados a los partidos tradicionales; los que les siguen, que experimentaron la dictadura y el nacimiento del Frente Amplio; una tercera generación más indefinida, con una tendencia global hacia la centroizquierda, y los más jóvenes, que se han criado viviendo en administraciones frenteamplistas. Ahí comienza una especie de repunte del voto nacionalista, como un fenómeno desafiante.

 

La apuesta del gobierno centroizquierdista es llegar a segunda vuelta (sería el 24 de noviembre) y allí una vez más apelar al siempre fuerte en Uruguay voto liberal-progresista para “frenar” el eventual avance de los nacionalistas.

 

 

 

El Frente Amplio ha sabido sortear con cierta solvencia la crisis económica global que, en un país básicamente agroexportador y financiero como Uruguay, impacta mucho, pero sigue teniendo a ojos de muchos uruguayos déficits importantes en materia de seguridad y educación.

 

Los 14 años consecutivos de gobierno y la salida obligada de escena de los dos líderes históricos del Frente, Tabaré y Mujica, tampoco colaboran con la idea de continuidad. Las primarias mostrarán una foto del escenario de hoy.

 

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