Peronistas en las redes: en Twitter, ganan los Fernández

En mayo, un mes de negociaciones, se analizaron los perfiles de los precandidatos: la jerarquía en la red, sus interacciones y el impacto de los principales acontecimientos políticos.

Los tres espacios que disputan los votos opositores a Cambiemos y bifurcaron el peronismo hasta el cierre de alianzas, el PJ, Alternativa Federal y Consenso 19, vivieron un mayo movido. En 31 días se sucedieron elecciones provinciales con derrotas para el oficialismo, se concretaron reuniones claves y llegaron anuncios que comenzaron a definir el tablero electoral. Acontecimientos que movilizaron adhesiones y rechazos, con diferente rebote en Twitter. La sorpresa de la fórmula Fernández-Fernández, que trastocó el escenario, se efectuó simultáneamente por Facebook, Instagram y Twitter, generando una especial repercusión en esta última red social, consultada particularmente por periodistas y asesores políticos. Un espacio regulado donde los algoritmos dirigen las publicaciones y que, si bien es más abierto para la interacción que Facebook, es menos masivo.

 

JERARQUÍAS EN LA RED.  CFK cuenta con 5,44 millones de seguidores en Twitter, supera en este rubro a Mauricio Macri -4,84 millones-, una relación que se invierte en Facebook, donde el presidente suma casi 4,4 millones contra 2,4 de la ex mandataria. Este número evidenciaría cierta preferencia de Cristina por esta red, que le sirve para marcar una ventaja aquí con el resto de los aspirantes peronistas, como puede verse en el gráfico que recoge datos de los primeros días de junio:

 

 

 

Al respecto es importante aclarar dos cosas. Primero, que la acción de seguir a una figura no implica acuerdo ideológico o afinidad, pero sí otorga cierto lugar de autoridad dentro de este universo. Segundo, que la estructura en sí de la cuenta no produce efectos pero sí su actividad, vinculada además a la capacidad relativa para propagar mensajes.

 

No todo puede simplificarse en la ecuación de seguir a pocos y ser seguido por muchos, algo que queda en evidencia con el caso de Daniel Scioli, cuyas publicaciones tuvieron muy bajo alcance. A pesar de ubicarse tercero en el gráfico, sus posteos fueron escasamente compartidos, no superaron los 50 retuits de promedio y en raras ocasiones llegaron a los 100 likes. La popularidad que el ex gobernador logró en la anterior contienda de 2015 no se refleja hoy en su uso de Twitter. Una realidad contrastante con la cuenta de Sergio Massa, quien con una “fama” menor en la red (menos seguidores), fue de los más tuiteros y supo aprovechar su papel en la cada vez más estrecha avenida del medio, logrando que sus mensajes tuvieran buena propagación. No sucedió lo mismo con el espacio Alternativa Federal, en esta dirección y como también señalara Mario Riorda, los eventos principales de las candidaturas expusieron impactos disímiles en las tendencias (trending topics).

 

 

 

CFK Y EL SALTO DE ALBERTO. El anuncio de CFK a través de las redes -sin filtraciones- es importante por el reconocimiento de la centralidad de estas herramientas para la campaña, un registro que Cambiemos manejaba pero todavía no habíamos visto cabalmente en la vereda de enfrente. Estrategia que podría leerse a la luz de lo que el investigador Martín Becerra destacó en una publicación reciente, acerca de la conectividad móvil en el país, cercana al 70%, y que junto con la transformación estructural del sistema de comunicaciones le imprime otras características a la campaña de 2019. Las redes atraviesan los públicos partidarios y se vuelven así atractivas para agregar y distribuir contenidos rápidamente disponibles en diversas pantallas.

 

 

 

La publicación de la fórmula colocó a Alberto Fernández en el centro de las miradas y generó un crecimiento exponencial en su cuenta (estimado en un incremento de 60 mil followers en 48 horas), lo que llevó a operadores del oficialismo a revisar el perfil del ahora candidato y motorizar cuestionamientos por sus interacciones. Tuits que supuestamente daban cuenta de comportamientos agresivos del ex jefe de Gabinete y que, en definitiva, hablan de un uso menos “coucheado”, como sucede en las cuentas del Gobierno. En mayo, Fernández respondió más que el promedio de los presidenciables y retuitió cuentas muy diversas: de referentes políticos, de medios, de figuras del espectáculo y de usuarios de bajo perfil.

 

PERFILES E INTERACCIONES CRUZADAS. A excepción de Roberto Lavagna (42 tuits) y la ex presidenta (39 tuits), el resto de las cuentas se caracterizó por un flujo variable pero más importante de posteos -entre 60 y 200 tweets-. Los retuits se vincularon básicamente con publicaciones de medios de comunicación a los que dieron entrevistas. Si revisamos las posteos de Massa corroboramos cómo el referente del Frente Renovador se mostró confrontativo con el gobierno de Macri, el principal destinatario de sus mensajes, una actitud que también tomó en sus apariciones en la prensa. Sus tuits más populares contra las políticas de Cambiemos superaron los 500 retuits (el promedio se ubicó alrededor de los 200) y las mil respuestas, mostrando como resultado interacciones polémicas -a favor y en contra-, interpretadas en la cantidad de respuestas que empataron y llegaron a superar los likes y, seguramente, convocaron a los trolls del Gobierno.

 

 

 

Massa impulsó durante gran parte del periodo al espacio Alternativa Federal (vinculado al hashtag #HayAlternativa), que progresivamente fue dejando de nombrar, para mudar al de #NuevaMayoría. En este tiempo, aún cuando sostuvo las negociaciones con sus integrantes, se acercó en discursos y gestos al kirchnerismo.

 

Dentro del binomio Fernández- Fernández, Cristina impulsó a la cuenta de Alberto y este se retroalimentó de la comunidad cercana a la ex presidenta. En el mismo espacio, Scioli se mostró en campaña con dirigentes de la provincia de Buenos Aires, interactuó con referentes de otras fuerzas y destacó especialmente la victoria de Juan Schiaretti en Córdoba.

 

Schiaretti fue de los más referidos. A pesar del bajo perfil del cordobés en la red social, Massa, Urtubey y Pichetto lo nombraron también en reiteradas oportunidades. Urtubey y el propio Schiaretti alternaron publicaciones del armado electoral con actos de gestión en sus provincias. Los referentes de Alternativa Federal -sacando a Massa- se relacionaron también con el presidente Macri, con quien mantuvieron reuniones. Estas cuentas fueron lógicamente las mejor tratadas por la comunidad oficialista (y los trolls).

 

En términos de los contenidos programáticos, las de Lavagna y Massa fueron las más propositivas y apelaron reiteradamente a compromisos sobre ejes fundamentales de gobierno (que inclusive desagregaron en puntos).

 

 

 

Hubieron dos eventos claves que lograron reunir a los precandidatos y se vinculan con la identidad peronista: el Día del Trabajador y el centenario del nacimiento de Eva Perón (el 7 de Mayo). Todas las cuentas se pronunciaron al respecto. La publicación referida a Evita fue de lo más compartido y likeado en el caso de Cristina. Massa fue otro de los más enfáticos, con tres publicaciones con foto y video de mediano impacto. Los otros precandidatos compartieron posteos -mayormente con fotos- de baja trascendencia.

 

 

 

Lo observado en Twitter no necesariamente se traduce a las preferencias electorales. Su configuración como red acotada y polarizada en bandos oficialistas y opositores favorece más a algunos candidatos. Para unos, la red tuvo centralidad; mientras que, para otros, no.

 

CFK se distanció aquí del resto con posteos efectivos (menos cantidad y más propagación), que generaron tendencias y fueron circulados ampliamente por la comunidad de la oposición. En el mes analizado arrastró así a Alberto Fernández, quien se volvió figura en Twitter sin contar todavía con una cantidad considerable de seguidores. Sólo Massa intervino relativamente dentro de esta comunidad contraria al Gobierno: el resto de los peronistas (con más tiempo de campaña) no mueve el amperímetro.

 

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