DESIERTO. Pasadas las 18, en General Roca, por el local de Cambiemos no había nadie. Solo el único candidato a legislador de la alianza nacional que ingresó al Palacio rionegrino. “Dónde me paro”, le decía al fotógrafo de Letra P el cabeza de lista por representación poblacional Juan Carlos Martín, todavía sin saber los primeros datos.
Pegado a “la casita” de Cambiemos, en un reconocido bar de General Roca, el vice electo Alejandro Palmieri recibía a sus allegados para luego ir al búnker de la calle Tucumán.
“Estoy nervioso”, contaba Martín a este medio en la vereda de La Pampa y Mitre. “Con la economía así”, dijo un colaborador, “la tenemos muy brava”. Al final, con algo más de 5 puntos, Martín fue el único que ingresó.
UN TIRO. Sin perder el tiempo, la senadora nacional Silvina García Larraburu salió a pegarle a Martín Soria. "No supo representar al peronismo", se despachó desde San Carlos de Bariloche. Este lunes, en la radio del diario Río Negro, fue más allá: "A veces, parecía que el tiro al padre se lo habíamos dado los propios compañeros", dijo, en relación al asesinato de Carlos Soria a manos de su por entonces esposa Susana Freydoz.
Larraburu, a la que en forma despectiva allegados a Soria la llamaban “No Laburo”, utilizó todos los medios posibles para culpar al intendente de General Roca, hoy al frente del Partido Justicialista (PJ), de la derrota frente a JSRN.
“Fue una campaña de barricada berreta, sin una propuesta dirigente”, agregó. Y le pegó a Magdalena Odarda: “Representa lo más rancio del antiperonismo”.
FERNANDO. “¿Dónde está Lanza?”. Esa pregunta se hacía en el local del Frente para la Victoria (FpV). Fernando Lanza, el titular de la consultora Lanza, es quien le hace los estudios de sondeos a Soria desde hace años. Su padre, Carlos Soria, lo tenía como predilecto.
Según los números que había dado el consultor, el FpV llevaba 10 puntos sobre Juntos Somos Río Negro, algo que ni por asomo sucedió el domingo.
