Si el sector productivo esperaba señales favorables desde el Gobierno no será el ministro del área, Dante Sica, quien las ofrezca. Así de claro lo dejó en su presentación en la ronda de almuerzos que organiza el Rotary Club, donde no solo respaldó "el camino más largo y doloroso", como identificó al Modelo M, sino que también dio un fuerte aval a, tal vez, el punto del plan económico más cuestionado por el empresariado: la mega tasa de interés.
"Este es un año político con mucha incertidumbre y eso impacta", advirtió Sica. "La tasa de interés tiene que servir hasta que estabilicemos la macro", agregó de inmediato, para no dejar dudas de que la estrategia de controlar la disparada del dólar a través de las tasas de interés cuenta con el respaldo del Ministerio de Producción y Trabajo.
Ante un panel con el que sufrió algún que otro encontronado, el funcionario ratificó la decisión oficial de renunciar a las previsiones macroeconómicas."Este año no hay metas de inflación", aclaró.
Casi de inmediato entregó otra aclaración. Dijo que habrá "plena libertad para negociar salarios". "No veo una negociación que vaya a ser conflictiva -sostuvo-. Hay una percepción de los trabajadores y los sindicatos de que estamos saliendo de un crisis."
Donde sí entregó algunos signos agradables para la platea de empresarios que lo escuchaba fue al hablar de empleo. "Hay modernizar nuestro sistema laboral, más allá del costo salarial", pidió.
Sobre el cuadro impositivo, responsabilizó al crecimiento del sistema público. Según su cálculo, "de los noventa a ahora casi duplicamos el tamaño del Estado" y, por eso, "hubo que duplicar la presión fiscal".
"En los últimos 30 años crecimos dos y pico por ciento. Esta economía creo estructuras oligopólicas y monopólicas", cerró.
