El presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, abrió este martes el año judicial con un discurso que giró en torno al creciente desprestigio del Poder Judicial en el país. “Hay dudas de que nos comportamos como verdaderos jueces de una democracia republicana”, admitió. Discrepó así públicamente con lo afirmado el fin de semana por el presidente Mauricio Macri, quien había presentado como uno de los logros de su gestión lo que entiende como una recuperación de la independencia del mismo.
En su primer discurso como titular del cuerpo, pronunciado en el patio del Palacio de Tribunales, Rosenkrantz señaló que "toda crisis de legitimidad es, en gran parte, una crisis de confianza. Los argentinos están perdiendo la confianza en el Poder Judicial: hay dudas de que nos comportamos como verdaderos jueces de una democracia republicana. La solución requiere que revirtamos esta percepción y, para ello, los jueces debemos mostrar, todos los días, que sí somos verdaderos jueces de una democracia republicana".
"La legitimidad del Poder Judicial es esencial. Un Poder Judicial sin legitimidad pierde su razón de ser, pues sin legitimidad no puede ser eficaz en la realización de sus fines", añadió en un fuerte tono de autocrítica.
Las palabras del jefe de la Corte se conocieron en el contexto de las denuncias sobre la infiltración de agentes de inteligencia en altas instancias del fuero federal, como se ha destapado a raíz del caso del falso abogado Marcelo D’Alessio. Además, pesa la recurrente polémica sobre las excarcelaciones de delincuentes, condenados o encausados, por los repetidos casos de reincidencia.
Aunque es considerado el juez más cercano al oficialismo en el alto tribunal, Rosenkrantz marcó un fuerte un claro contrapunto con lo afirmado el domingo por Macri en una entrevista televisiva. En la misma ponderó la independencia que el Poder Judicial recuperó, según entiende, durante su administración y defendió la convenciencia de que el Consejo de la Magistratura destituya al juez del caso D'Alessio, Alejo Ramos Padilla, porque no actuó con “ecuanimidad” y “se prestó a un show mediático” en su reciente aparición en el Congreso.
"Nuestras decisiones no pueden ser ad hoc sino que deben estar estructuradas por principios. Eso significa también que estamos comprometidos, en casos futuros, a aplicar esos mismos principios aunque el resultado sea impopular o antipático. Significa que, como Ulises, somos capaces de atarnos al mástil de la legalidad. Ese es el punto central para recuperar confianza y legitimidad", señaló Rosenkrantz .
Asistieron al acto el ministro de Justicia, Germán Garavano, así como los magistrados de las cámaras de Casación Penal, los de la Cámara Federal de Apelaciones y los jueces federales de Comodoro Py.
