La pugna interna en el peronismo para definir quienes serán los candidatos con los que esperan sacar a Mauricio Macri de la Casa Rosada ya impacta en el centro de poder de la CGT y amenaza con diluir los bloques que tradicionalmente agrupan a los gremios con mayor representación en la central. Gordos, independientes y combativos parecieran ser hoy las identidades que las elecciones van a poner en crisis.
Sin que Cristina Fernández de Kirchner ni Roberto Lavagna hayan definido si serán o no candidatos -al menos, no lo han dicho públicamente-, sus figuras ya actúan como polos de atracción de quienes abrazan la idea de un peronismo sin la presencia de la ex presidenta y quienes creen que sólo con la suma de todos los sectores del peronismo, incluida la senadora, es posible desbancar a Cambiemos.
En los posicionamientos en el interior de la CGT hay similitudes con los movimientos que vienen sucediendo a nivel nacional en el Partido Justicialista (PJ), donde buena parte de los intendentes y algunos gobernadores vienen pugnando por la unificación de todos los sectores detrás de una candidatura, como lo expresaron la semana pasada en el Congreso nacional de Ferro.
La diferencia es que, al revés que el partido, son mayoría los sindicalistas que buscan una opción no cristinista. Así quedó expresado en las últimas horas, cuando buena parte de la plana mayor de la central se reunió en la sede del sindicato gastronómico con el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Después del almuerzo del martes, en el que ofició como anfitrión Luis Barrionuevo, fiel a su estilo, destiló exitismo y aseguró que la reunión fue el punto de inflexión para una candidatura de Lavagna que todavía nadie confirmó.
El encuentro estuvo marcado por la presencia de pesos pesados. Además del barrionuevismo, estuvieron el mercantil Armando Cavalieri, el jefe de los maquinistas, Omar Maturano; Andrés Rodríguez (UCPN), Roberto Fernández (UTA) y Amadeo Genta (estatales de la Ciudad), entre otros.
"Las impresiones sobre la candidatura de Lavagna no fuero homogéneas. Algunos salieron más convencidos, otros menos", señaló uno de los participantes, que recordó que, en pocos días, el potencial postulante cumple 77 años.
"En octubre pasado fuimos los que le propusimos a Lavagna que sea candidato, porque creemos que el ciclo de Cristina está terminado" confiaron a Letra P fuentes de UPCN.
El apuro del gastronómico por mostrarse como el primer lavagnista apunta, por un lado, a despegarse de Sergio Massa, a quien hasta hace pocos días el barrionuevista secretario general de la CGT, Carlos Acuña, levantaba como el candidato del movimiento obrero. En paralelo, Barrionuevo busca sumarse al pelotón de los dirigentes que originalmente impulsaron la candidatura del economista, que fueron Rodríguez, Lingieri y Gerardo Martínez (UOCRA), que no participó de la movida del martes.
"En octubre pasado fuimos los que le propusimos a Lavagna que sea candidato, porque creemos que el ciclo de Cristina está terminado" confiaron a Letra P fuentes de UPCN, que el año pasado ya había considerado como "agotada la posibilidad de futuro" de la ex presidenta.
Aunque los asistentes lo niegan, la reunión se pareció mucho a una respuesta a los movimientos que en los últimos meses protagonizó el otro secretario general de la central, Héctor Daer, que el lunes volvió a mostrarse con dirigentes disidentes en la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET).
Retomando el paralelismo con la estrategia de los intendentes y gobernadores peronistas, el líder de Sanidad se incorporó a la Mesa de Acción Política del PJ, el lugar privilegiado en el que se cocina la unidad justicialista. Desde ese espacio, Daer además retomó contacto con Hugo Moyano, Hugo Yasky y Ricardo Pignanelli, donde también volvieron a abordar temas gremiales. Varios dirigentes consideran que esas reuniones fueron el germen donde se pactó la convocatoria a la movilización multisectorial por la Producción y el Trabajo que copará Buenos Aires el 4 de abril.
En contraste con sus compañeros de Consejo Directivo, Daer promueve una posición unitarista para el peronismo, algo que choca no solo con la valoración negativa que muchos dirigentes tienen de Cristina, sino también con la advertencia del propio Lavagna que, anticipó, si es candidato no se prestará a ir a primarias con ningún (ni ninguna) contrincante.
"Es un error garrafal querer dejar afuera de la unidad a Cristina Kirchner", sentenció Daer hace algunos días, emulando las definiciones que desde fin de año vienen expresando gobernadores como Juan Manzur. La inclusión de la ex presidenta, sin embargo, no se traduce en un respaldo automático a su candidatura. Al contrario, los sindicalista claman por la unificación de todo el peronismo detrás de un sólo candidato, más allá de los nombres.
En la misma tónica juegan algunos gremios de la producción que vienen castigados por la crisis. Encabezados por Rodolfo Daer (Alimentación), tendieron puentes con el moyanismo a través de Pignanelli, líder del SMATA -hoy fuera de la conducción cegeteista-, y trabaron un acuerdo con representantes empresarios de sus sectores para la movilización del mes que viene.
La reunión con Lavagna marcó también diferencias en el seno de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que conduce el ex triunviro Juan Carlos Schmid, ausente en la cumbre gastronómica. Buena parte de los gremios del transporte apuestan a la estrategia de unidad, e incluso a la candidatura de Cristina, algo que contrasta con el entusiasmo de Maturano y Fernández, líderes de los gremios más importantes del sector, por el ex ministro de Economía.