En una sala repleta en el hotel Intercontinental de la ciudad de Buenos Aires, Pablo Flores asumió como nuevo jefe nacional del principal gremio de empleados de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
"Soportamos y seguimos soportando por poco tiempo más a un grupo de novatos de la gestión pública que pareciera que vinieron a hacer una pasantía de lujo y el resultado es un organismo deteriorado en los institucional, en su estructura edilicia y retrasado en el parque informático", analizó Flores sobre la situación del gremio de la agencia tributaria, que cuenta con unos 12.000 afiliados.
El origen moyanista del dirigente se hizo sentir en la concurrencia, que mostró en una misma línea a dirigentes sindicales, políticos y sociales y dirigentes que serán funcionarios del gobierno que empieza el martes de la semana que viene. El abogado de camioneros Hugo Antonio Moyano y el líder de los canillitas, Omar Plaini, se mezclaban con el secretario general de la CTEP, Esteban "Gringo" Castro; el líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez; la diputada nacional Victoria Donda, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y el titular del Partido Justicialista Nacional, José Luis Gioja, entre otros.
El condimento político más picante, que pegó de lleno en el mundo sindical, fue la presencia del futuro ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en su primera aparición pública en un acto sindical en la que fue acompañado por alguno de sus asesores de mayor confianza.