La relación tirante entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y Metrodelegados volvió salir del subsuelo y emergió a la superficie porteña este viernes tras confirmarse un paro de cinco horas en la Línea B, que une el microcentro con el barrio de Villa Urquiza.
La huelga, que generó un sumario interno de la empresa Metrovías, se generó a raíz de una interna gremial en el Taller Rancagua porque, según denunció Metrodelegados, varios operarios fueron agredidos por negarse a operar los coches de esa línea aduciendo presencia del material cancerígeno conocido como absbesto.
Según denunció la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, “cerca de la medianoche, un integrante de la patota y delegado de la UTA ingresó al taller Rancagua y comenzó a increpar a operarios que se negaban a manipular materiales con asbesto". "Esta persona golpeó y empujó a varios compañeros del taller, provocando que uno de ellos cayera en la zona del tercer riel electrificado, al borde de ocasionar una tragedia”, detallaron.
Acto seguido, los trabajadores del subte comenzaron una huelga que perduró hasta las 13. “La decisión de no iniciar el servicio en las próximas horas fue tomada para proteger la integridad física de los trabajadores y trabajadoras de la línea, dada la ausencia de condiciones mínimas de seguridad para prestar el servicio”, justificó el gremio en el comunicado que lleva las firmas de Roberto Pianelli (secretario general) y Néstor Segovia (secretario adjunto).
LA VERSIÓN DE METROVÍAS. La empresa que opera el subterráneo evalúa sanciones y ya abrió un sumario interno para conocer en detalle cómo fue la riña entre los trabajadores de la Línea B.
"Estas situaciones de tensión se originan en las diferentes posiciones de ambos sindicatos con relación a la problemática del asbesto, en cuyo marco una parte de los empleados del sector trabaja normalmente (aplicando protocolos de seguridad y utilizando elementos de protección personal) y otros se niegan a realizar tareas, situación que se encuentra en discusión con intervención de las autoridades laborales", explicaron voceros de la compañía del Grupo Roggio.
"Ratificamos que resulta inadmisible que una diferencia interna, cualquiera sea el motivo, justifique una agresión", aclararon. De acuerdo a Metrovías, el paro afectó a 150 mil usuarios.