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De la calle al bar, entre cumbia, peronismo y ensaladas de humus

La victoria del Frente de Todos fue una celebración larga y esperada. Menú, música y aguante en el regreso de los Fernández al gobierno. Kicillof, dominante de la escena y el escenario.

LOCALIDADES AGOTADAS. El Centro Cultural C, ubicado en el corazón del barrio porteño de Chacarita, se llenó antes de las 20. A diferencia de las PASO, esta vez hubo el doble de gente. El ingresó al sector campo fue con una pulsera blanca. Allí caminaron legisladores, sindicalistas, ex funcionarios. En la celebración oficial, no hubo alcohol. De hecho, en el sector de prensa, algún osado atinó a preguntar si los barriles de cerveza tirada que estaban en el bar tenían líquido. La respuesta del mozo fue tajante “estamos en veda”.

 

LA ANCHA AVENIDA DEL MEDIO. Y si adentro del Centro Cultural C había el doble de gente de la que llegó en las PASO, en la puerta, sobre avenida Corrientes, había miles esperando el saludo del electo presidente y su vice. Allí también se montó un escenario. Desde temprano la gente fue llegando. Banderas, sombrillas, puestos de comida, vendedores ambulantes, baños químicos y hasta personas arriba de los árboles pintaron el regreso del peronismo. La victoria estaba garantizada y el festejo también. Afuera, cuando la lluvia empezaba a caer, el gobernador electo, la vicepresidenta y el presidente electo fueron a dar un discurso. “Acá no se duerme nadie, vamos a festejar”, dijo Axel Kicillof.

 

 

PRIMERA VUELTA Y SEGUNDO PISO. Fue el diputado nacional Felipe Solá el primero que dijo en público que la victoria estaba asegurada a nivel nacional. Pasadas las 21, el ex gobernador se animó en una breve rueda de prensa. En el segundo piso del predio estaba la fórmula bonaerense. Verónica Magario fue casi la última en llegar. Fue luego de ratificar la contundente victoria en su distrito, La Matanza, donde Fernando Espinoza consiguió el 67% de los votos.

 

BONAERENSES Y BONAERENSAS. “La tenía pensada de hace rato”, dijo Kicillof cuando habló cerca de las 23. Dijo “bonaerenses y bonaerensas” y se llevó risas. Fue el primero de los tres en hablar. El gobernador electo no dejó dudas. Vaticinó que no se encontrará con un buen diagnóstico del territorio que deberá gobernar desde el 10 de diciembre del 2019. “Lo que hemos visto es que la situación económica que tenemos hoy adelante después de cuatro años de (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal es de tierra arrasada”. Duro y preciso, el economista cargó contra el modelo Cambiemos, pero igual “se permitió” festejar.

 

 

 

MENÚ PARA TODOS. Medialunas, café y gaseosa ofrecía el servicio de lunch. Bien típico. Sin embargo, la carta sorprendió cuando pasadas las 20 horas empezaron a sacar ensaladas. Tres variedades diferentes ¿La más particular? la que tenía choclo, pepino y…humus. De postre, hubo helado para la prensa. Al primer piso, donde trabajaba el equipo de comunicación de Todos, llegaron rabas.

 

 

 

FABIOLA, ESTANISLAO Y ABUELAS. La familia de Alberto Fernández dijo presente sobre el escenario. La novia del presidente, la periodista Fabiola Yañez, estaba vestida con uno de sus ya habituales vestidos blancos y se ubicó sobre un extremo del escenario. Allí también estaban las Abuelas de Plaza de Mayo. “Vamos a volver a construir el país que merecemos. No lo van a hacer Cristina y Alberto, lo vamos a hacer todos y todas”, cerró Alberto.

 

Ex-Centro Cultural Kirchner, ahora Palacio Libertad por decisión de Javier Milei.
Axel Kicillof y CFK

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