Finalmente hubo fumata blanca en la sede de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el virtual bunker donde desde hace semanas confluyen buena parte de los gremios que reclaman una renovación de la cúpula de la CGT. Allí, sobre la calle Lezica, el sector que le responde a Hugo Moyano, y la Corriente Federal de los Trabajadores, que conducen el bancario Sergio Palazzo y el gráfico Héctor Amichetti, consensuaron con el poderoso gremio Smata, enviar este miércoles una delegación a la sede de La Fraternidad donde sesionarán los secretario generales de la central obrera, a instancia de una convocatoria lanzada por el triunvirato.
El resultado de las deliberaciones, si bien no sorprendieron, sí marcaron un contrapunto respecto de la posición asumida este lunes por Camioneros que durante la reunión del Consejo Directivo de la CGT anunció su salida de la conducción de la central, una decisión acompañada por el gremio de Peajes y que se espera que en las próximas horas repliquen otros gremios alineados con Moyano, como los canillitas.
Con la participación de Hugo Moyano y del titular del gremio de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, el núcleo opositor debatió durante más de cuatro horas qué posición adoptar para diferenciarse del triunvirato. Finalmente se acordó que una delegación concurra al encuentro fijado en el teatro Empire, en Congreso, donde leerán el documento aprobado la semana pasada y luego se retirarán de la reunión. Una actitud muy similar a la que tuvo la Corriente Federal durante el Confederal que colocó a Juan Carlos Schmid, a Héctor Daer y a Carlos Acuña a la cabeza de la CGT.
La definición del Grupo Lezica contrasta, en cambio, con el anuncio del dirigente de los taxistas y principal referente del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), Omar Viviani, que pese al acercamiento que tuvo con el triunvirato en los últimos meses decidió no concurrir al encuentro del miércoles y cuestionó la continuidad de una mesa chica de la que está excluido este agrupamiento que reúne una veintena de sindicatos.
En su intervención en APLA, Pignanelli expresó su procupación por la creciente conflictividad social, al mismo tiempo que hizo un llamado a comprometerse con un plan de lucha duradero. "Si iniciamos un plan de lucha, no puede ser una movilización y nada más, compañeros. Lo empezamos y lo tenemos que terminar. Sino, no lo empecemos" agitó el líder de los mecánicos.
Antes, Moyano había repetido prácticamente los dichos que el día anterior había lanzado Omar Pérez en la reunión de cúpula de la CGT: "El problema de esta conducción es que no defiende ni a los gremios confederados. Hemos recibido más solidaridad de otras organizaciones que de nuestra propia central", dijo el camionero.
Además del previsible rechazo a la reunión con el FMI que la semana pasada realizó la mesa chica de la central, los gremios opositores resolvieron dos líneas de acción. Por un lado, convocar a un encuentro con las regionales de la CGT que, entienden, fueron ignoradas en la convocatoria oficial de este miércoles. "En muchas regionales el clima está caldeado y ya se viene confluyendo con la CTA y movimientos que se oponen al plan económico" declaró a Letra P uno de los asistentes, que confirmó que la intención es concretar el encuentro en la primera quincena de septiembre.
La segunda línea de acción es promover encuentro con intendentes y gobernadores para coordinar movimientos e intercambiar diagnósticos sobre la situación social. A esto se sumarían reuniones con los bloques de diputados y senadores, con la intención de rechazar el presupuesto oficial para 2019. "El Gobierno va a querer imponer el presupuesto del ajuste, el presupuesto del FMI y no lo vamos a permitir", sostuvo la misma fuente gremial.