BOGOTÁ (Enviado especial) Como en todos los países de la región que conforman el espacio de libre comercio llamado Alianza del Pacífico, las élites políticas gobernantes se han encolumnado casi sin fisuras detrás de las políticas pro mercado con resultados similares en el trazo grueso: estabilidad económica, crecimiento sostenido, superávit fiscal, baja inflación y baja deuda externa, pero con la persistencia de una profunda desigualdad social más allá de la baja de los porcentajes de pobreza extrema.
A esto hay que sumarles las históricas carencias comunes a toda la región, en el área de infraestructura en servicios públicos, sea en materia de salud, educación, transporte o vivienda. Hasta ahora, los espacios políticos que cuestionan este modelo no han tenido mayor respaldo en estos países. Sin embargo, el creciemiento del populista Andrés López Obrador en México, la persistente crisis política peruana, la aparición del antisistema Frente Amplio en Chile y el arribo al ballotage, al menos, de Gustavo Petro en Colombia, ponen en tensión este escenario hasta ahora monolítico.
En diálogo con Letra P, el economista Camilo Silva destaca las ventajas que tiene la economía colombiana sobre las economías de Argentina e incluso Brasil a la hora de atraer inversiones. Además, considera que el ascenso de opciones de izquierda en Colombia sirve de alerta para que la dirigencia política tradicional apunte al desarrollo de infraestructura social sin abandonar los lineamientos tradicionales pro mercado.
BIO: Camilo Silva es economista. Socio fundador del Grupo Valora y Director de análisis en Valora Analitik. Es además columnista de Portfolio, principal diario económico de Colombia y analista de mercados financieros empresariales y de negocios en Colombia desde hace más de diez años.
- ¿Cómo está hoy la economía de Colombia?
- En comparación con las economías de la región, demuestra ser sólida y ser estable, pero claramente tiene hoy un gran componente que genera una preocupación elevada por lo que pueda suceder con las elecciones y eso es algo que les está pasando también a los países que están en el mismo proceso, aunque no tan complejo como lo puede estar México o Brasil, de acuerdo a lo que muestran las encuestas. En la región es un país que ha aprendido a manejar sus cuentas fiscales de manera mucho más responsable. Hay una estabilidad política notoria y, en cuanto a lo que tiene que ver con la volatibilidad de la región, se ha visto beneficiada con lo que está sucediendo en otros países similares a la hora de atraer inversionistas, de traer flujos de capital, de que lo evalúen, lo revisen, lo miren y lo tengan en sus proyecciones. Porque parecía que Argentina iba a salir por completo de donde estaba y se le han presentado ahora unos inconvenientes bastante fuertes que le están mermando el apetito. Brasil es el país llamado en la región a recuperarse, es el gigante de Latinoamérica, pero que tiene todavía mucho por delante por buscar una confianza política que permita que de verdad lo evalúen de fondo como destino de inversiones y México se encuentra en una confrontación bastante compleja con Estados Unidos tras la asunción de Donald Trump y a eso se suma la inestabilidad que genera la expectativa de unas elecciones con alta probabilidad de que gane la izquierda, una izquierda que en la región ha mostrado no ser la mejor opción.
¿Cuáles serían los efectos en la economía si el domingo ganara Duque o si ganara Petro?
- El candidato pro mercado por excelencia es Ivan Duque y el que menos confianza genera, incluso diría que genera desconfianza, es Gustavo Petro. Petro es de una izquierda que estuvo muy alineada con el chavismo en Venezuela y eso genera desconfianza por parte de los inversionistas, de los empresarios, de la banca. Y ése sería el candidato que quizás castigaría más a Colombia respecto al panorama que estamos viviendo en la región. En cuanto a Duque, es pro empresa, trae unos ejercicios económicos más estrictos, mucho más formado hacia las inversiones, hacía que los extranjeros piensen en invertir en el país y en este momento en la región. Sería el candidato que más le serviría al país porque al resto les está yendo bastante mal.
- ¿Cómo se soluciona la desigualdad con modelos de mercado que han dado crecimiento pero no logran el mismo resultado respecto a la pobreza?
- Hay algo curioso que yo creo que va a ser un catalizador que va a llevar a revisar muy bien esa desigualdad en estratos. Lo está marcando la votación que estamos teniendo en Colombia. El hecho de que el discurso de Petro haya calado en Colombia va a marcar muy fuerte que hay un nuevo votante, un ciudadano con una visión de las oportunidades muy distinta de la que había antes. Entonces eso está llevando a que se vaya a obligar al gobierno a concentrar los esfuerzos en reducir esa brecha. Es indiscutible que el país tiene que entrar en un ejercicio de mejora de competitividad basado en una mejora de la infraestructura y en condiciones para todas las personas que están alejadas de las grandes ciudades del país. En la parte rural hay mucho por hacer para generarle oportunidades a la gente, pero también hay que llegar con mejoras en la infraestructura en salud, educación, en necesidades básicas como agua potable y deporte, recreación... Esto lo tiene bastante claro la dirigencia política colombiana, pero estas elecciones en particular han jugado un papel clave para el futuro, porque han sacudido a la clase política tradicional, han sacudido a los grandes electores, para que se den cuenta que ya no funciona el país a punta de compra de votos sino que la gente está evaluando muy fuertes las oportunidades que tiene y ya no se juega en ganarse unos pesos por su voto, sino que va más allá y evalúa mucho más a los candidatos y eso es importante.
- ¿El acuerdo de Paz ha tenido impacto económico? ¿Si ganara Duque y lo reformulara, podría caerse e impactar en la economía?
- El gobierno que llegue no va a destruir el proceso de paz. Este es un proceso ya ganado por Colombia y de valor incalculable para el país. En cuanto a los reajustes que han planteado hacerle desde el espacio de Duque, yo los veo como sanos. En la votación del plebiscito se mostró que la mayoría, aunque por poco, estaba en desacuerdo con los términos del acuerdo, no porque los colombianos estén en desacuerdo con la paz, sino que algunos puntos se quería que fueran distintos para exigirles más a las FARC, que terminaron consiguiendo mucho por una debilidad de los negociadores. Entonces muchos esperamos que esos ajustes planteados nos van a llevar a consolidar a fortalecer el mismo proceso.
En cuanto a los retos que tendrá el gobierno que llegue, son inmensos. Es mucho más difícil y es mucho mas complejo el post conflicto, porque hay que cumplirle a una cantidad de personas que se desmovilizaron, porque hay que buscar que se integren de nuevo a la sociedad, que es algo muy complejo, pero al mismo tiempo se debe mantener la fortaleza de un Estado, de una política de seguridad que es lo que estamos viviendo. La siembre de coca en Colombia está en máximos históricos. Hace muchísimos años que no veíamos más de 200 mil hectáreas sembradas de coca. Ahí hay un rubro que muestra de entrada que al gobierno actual no le fue bien en ese rubro. Dejó de lado las fumigaciones, de perseguir la siembra, a los actores armados que operan allí, que siguen siendo guerrillas, que siguen siendo paramilitares, narcos y muchos otros, que están metidos en un negocio que es muy lucrativo y que, por lo tanto, es muy difícil que se salgan de allí. Hay que brindarles nuevas oportunidades, allí deberían reorientarse las inversiones del gobierno que llegue, en esas zonas donde se está sembrando más la coca para que cultiven otros productos y se les asegure vía subsidios a los campesinos que siembran su futuro así dejan de lado la coca. Falta mano firme frente a la guerrilla, el ELN, los disidentes, las FARC y todos para que se terminen también de incluir en la sociedad.
- ¿Colombia está por encima económicamente de Argentina?
- Colombia tuvo un ejercicio político económico que la llevó a destacarse en la región, que fue la incorporación a la Alianza del Pacífico. Argentina es de aquellos países que en su momento se vincularon al Mercosur y otras alianzas lideradas o con gran influencia del chavismo venezolano y de la izquierda y que no les terminó yendo bien. Por el contrario, lo que es Alianza del Pacífico va a seguir creciendo porque los países que no están quieren sumarse, ya que ven que a los que están les va bastante bien. Chile, Perú, Colombia y México son los países a los que en los últimos quince años mejor les ha ido en el aspecto económico e incluso político, porque, más haya de que hayamos tenido en esos países unos gobiernos de izquierda, como la que hubo en su momento en Perú o la izquierda moderada de Chile, nunca se desajustaron de lo que eran las metas de crecimiento de economías sólidas, tranquilas, de instituciones. Y estos son los países que están liderando el proceso económico en la región.
La principal economía es México, le sigue Brasil y el tercer puesto lo estaría peleando Argentina con Colombia y con Chile, pero, cuando hablamos de una tarea más fuerte, es que las tasas de crecimiento han sido superiores a las de Argentina en particular. Creo que Colombia ha sido el único que ha ganado terreno, visibilidad, confianza, por lo que ha logrado realizar incluso con el mismo proceso de paz. En el largo plazo Colombia ha hecho bien la tarea y se ha destacado en una región donde a otros países no les ha ido tan bien.