El presidente Mauricio Macri recibió este jueves en su despacho de la Casa Rosada a la titular del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires, Inés Weinberg, su candidata a reemplazar a la ex fiscal general durante el kirchnerismo, Alejandra Gils Carbó, encuentro en el que la jueza porteña aceptó formalmente la postulación pero adelantó que continuará en su cargo hasta que el Senado nacional acepte su pliego.
Weinberg llegó a la Casa Rosada al mediodía acompañada y fue recibida por el Presidente y por el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien asumió en su rol de promotor de la candidatura, cuestionada por parte de la oposición en el Congreso.
En una entrevista con Letra P, Adela Pinzón, responsable de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad (TSJ), admitió que en los tribunales porteños ya se conocía el ofrecimiento de Macri a Weinberg a partir de “rumores serios”, que se oficializaron a través de la entrevista que concedió Macri el miércoles a Canal 13.
-¿Ustedes ya sabían del ofrecimiento del presidente Macri a la titular del TSJ para postularla al Ministerio Público en reemplazo de Alejandra Gils Carbó?
-Conocíamos los rumores serios, pero en realidad, hasta que el Presidente no la convocó (este jueves), no había nada que decir. El día de hoy no cambia nada en el Tribunal, ella está en la postulación, el Tribunal se complace, pero es un proceso largo, falta la aprobación del Senado y el nombramiento. Así que tenemos por delante un trabajo de todos los día. Ella de hecho está atendiendo exactamente igual, nada cambia para el Tribunal. Ella está en el anexo, pero no va a atender directamente a prensa porque no hay mucho que decir hasta que el Senado se defina en cuanto a su postulación.
-En cuanto a su sucesión en el TSJ de Coidad, ¿cómo será el proceso?
-Hay un reglamento que dice que una vez que el Presidente (del TSJ), por una causa, entre las que se encuentra esta, no puede continuar, es la vicepresidente, en este caso, la doctora Ana María Conde, quien asumiría las funciones al frente del máximo tribunal de la Ciudad.
-En cuanto a su trayectoria, ¿cuál es el perfil de Weinberg en el TSJ y qué propuestas llevará a la Procuración General?
Es una mujer con una amplia trayectoria, llevaba apenas tres meses en la Presidencia y ya notamos cambios. Lo que pasa es que en las instituciones grandes cuesta ver los resultados. Ella está desde 2013 en el Tribunal, pero la Presidencia marca el ritmo en distintos aspectos, en este caso de modernidad, comunicación. Hay muchos cambios que marcan el rumbo administrativo.
-¿Cuál es su estilo, cómo la definiría?
-Es muy concreta: reuniones cortas, preguntas concretas, no necesita todos los detalles y es realmente operativa. Tiene muy clara cuál es la gestión.
-¿A qué se refiere cuando habla de modernización?
-De "despapelización". En cuanto a los expedientes. tanto administrativos como judiciales, estamos por la etapa del no papel. Eso supone un desarrollo informático muy fuerte, en eso de hecho estamos terminando de hacer las pruebas este mes y el mes que viene en ajuste. En dos meses, cero papel, todo digitalizado. Falta que todos aprendamos el sistema.
-Sobre la política de seguridad de mano dura del Gobierno, ¿ella comparte la metodología que impulsa la ministra Patricia Bullrich?
-No puedo contestar eso.
-Hay versiones que vinculan a la jueza Weinberg con la última dictadura militar. Su marido, Eduardo Roca, fue embajador ante la ONU durante la gestión de Leopoldo Galtieri durante la guerra de Malvinas. ¿Cuáles son sus ideas respecto de la democracia?
-No tengo ni idea. Tendría que decirlo ella. Yo, ni por cargo ni por historia, porque soy extranjera, puedo opinar sobre ese aspecto.