El resultado en la interna del Movimiento Popular Neuquino (MPN) no calmó la furia del vicegobernador Rolando Figueroa que este martes pidió la impugnación de los comicios y reclamó la boleta única electrónica. De esta forma, se pone un manto de sospecha sobre la elección del histórico partido de gobierno en la provincia patagónica. “Hay que pegarle un cachetazo a este sistema corrupto, por eso quiero desafiar al poder. Es muy fácil irse a la casa”, ratificó al disparar contra Jorge Sapag, a quien definió como el mentor del “robo” electoral.
El anuncio de la Junta electoral del MPN, que oficializara la victoria de la lista azul de Gutiérrez, apadrinada por Sapag y respaldada por el senador Guillermo Pereyra, ante la violeta de Figueroa, exacerbó los ánimos en el espacio opositor, que agotará cualquier instancia para que el resultado se revea. De esta forma, se enrarece el escenario electoral en una provincia estratégica para el país.
En una conferencia, en la que anticipó que a partir de este martes sólo hablará del proyecto de provincia que tiene, casi lanzándose a las elecciones del 2019, se descargó contra la conducción partidaria. Sus declaraciones complican un poco más el andar del MPN, que en 2017 perdió ante Cambiemos y demostró que esta vez no será sencillo unir a todas sus vertientes.
Un caso especial, ante la fragmentación orgánica, lo demuestra Jorge Sobisch. El ex gobernador, que mantuvo una fuerte rivalidad con Néstor Kirchner, analiza postularse con el sello de la Democracia Cristiana y espera que el sector blanco que conduce lo respalde. En el caso de Figueroa, se especula que otros sectores lo convoquen para el año que viene.
“Los que traicionaron los valores del MPN son otros, que no nos hagan creer que estamos afuera, porque nosotros somos MPN”, planteó Figueroa junto a sus apoderados, en la conferencia que lo distanció un poco más de su compañero de fórmula en 2015. “Sabían de nuestros votos, pero confiaban en que si les sacábamos un punto nos iban a tirar Vaca Muerta encima, y si les sacábamos cinco nos tiraban dos Vaca Muerta. Porque piensan que Vaca Muerta y la provincia pertenecen a una sola familia”, expresó.
En un descargo contra la familia Sapag, acusó a veedores porque “nadie recibía” las denuncias de “robo” de boletas. Además, denunció que a “familias humildes” le pagaban por el voto. También apuntó contra el Sindicato de Petroleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. “Decidimos entre todos ir a impugnar esta elección. Esto fue un robo. Esto no es el partido que conozco. Es el método Sapag”, insistió.
“Se quedan con el sello con olor a petróleo y a gas. Espero que tengan un gesto de dignidad, que todo sea limpio y transparente. Solicitamos la revisión integral del padrón (nos sacaron el 10 y 15 por ciento del padrón)”, cerró.