La empresa Tabacalera Sarandí salió a cruzar al secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, luego de expresiones del funcionario en las que criticó a la compañía y al sector pyme por haberse beneficiado con una cautelar que los exime de pagar el impuesto mínimo al cigarrillo.
“Cada vez que escucho al secretario de Salud hablando de tabaco, parece que estuviera escuchando al vocero de Massalín Particulares. No entiendo esa defensa y ese lobby para una empresa multinacional”, dijo el gerente de Relaciones Empresariales del Grupo Madero Sur (controlante de Sarandí), Francisco Marmol. Y agregó que “lo que dice no tiene mucho sentido y aún menos hoy, cuando Massalín produjo su sexto incremento de precios en el año. Encima, subieron todas sus marcas un 8,4%, menos L&M. Es muy raro que justo la marca que está en el segmento medio haya bajado de $66 a $56. Eso significa que quiere irse al segmento más bajo con una marca potente y eliminar directamente la competencia. Ninguna de las cinco pymes que existen en el sector tiene capacidad de competirles a las marcas potentes como tiene Massalin. Esto es inédito, nunca vi que bajen los precios”.
Red Point, una de las marcas principales de Tabacalera Sarandí.
Hace unas semanas, el Gobierno, vía la AFIP y con el apoyo de la Secretaría de Salud, presentó un pedido a la Corte Suprema de Justicia para que se revierta la cautelar otorgada a la Tabacalera Sarandí S.A. que la exime de pagar el impuesto mínimo. Según Rubinstein, ese tributo tiene como eje la disminución del consumo de tabaco con objetivos sanitarios.
“Tabacalera Sarandí paga todos los impuestos. Y no lo escuché hablar a Rubinstein hoy cuando Massalín no solo no subió los precios, sino que los bajó”, apuntó Marmol. Y agregó que “en diciembre de este año los impuestos se bajaron de 75 a 70%. Esa rebaja, sólo para la multinacional que tiene una cuota de mercado de más del 80%, supuso un ahorro en impuestos de $10.000 millones. Eso se lo quedó Massalin y lo mandó a casa matríz”. El gerente consignó que “cuando en el Gobierno hablan de recaudación no me dicen que esos $10.000 millones fueron para Massalin y se fueron del país”.
Por último, puso en contexto el tema: “Cuando se baja un precio de una marca chica, se elimina la competencia financiándose con la marca más cara, y todo en una compañía (Massalin) que tiene el 80% del mercado. Si no interviniera la Justicia, mañana no habría ninguna empresa más que Massalin y British American Tobacco (ex Nobleza Picardo)”.