El presidente Mauricio Macri reunió a parte de su mesa chica con un sector del Gabinete para articular la gestión con el escenario electoral que arrojaron los primeros sondeos encargados por Cambiemos. La foto oficial mostró al jefe del Estado con encuestas en la mano, pero detrás de la escena, el objetivo fue blanquear el giro que afrontará el oficialismo en la campaña. De ahora en adelante los principales escuderos no harán eje en la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y en las denuncias por corrupción, sino que concentrarán el fuego en la situación económica y en adversarios secundarios como el aspirante del Frente Renovador, Sergio Massa.
De la cita matinal participaron el Presidente, su jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, por la mesa chica; y los secretarios de Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que tienen a su cargo la coordinación ministerial y económica del Gabinete. También estuvo el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, que integra una segunda mesa de trabajo electoral con otros funcionarios porteños, bonaerenses y encargados de la relación con las provincias.
Según dejaron trascender los voceros oficiales, "se habría manejado una ventaja de varios puntos de Cristina Kirchner (Unión Ciudadana) en el conurbano, el histórico punto fuerte del peronismo, pero números mucho más parejos en el total provincial, con el candidato oficialista, el ex ministro Esteban Bullrich (Cambiemos), en tanto que Massa se mantendría en el tercer lugar", indicó la agencia DyN. Al parecer, el eje de campaña sobre la lucha anticorrupción y los intentos por vincular todo ese libreto con el kirchnerismo, ha tocado un techo, cuya densidad se apesadumbró con la ausencia de los llamados "brotes verdes" en la economía y el incremento de la inflación, especialmente por los aumentos de precios y tarifas de servicios públicos.
Tal escenario económico, también es parte del mapa electoral que afronta Cambiemos. En el caso de los servicios públicos, tanto para la luz y el gas, habrán nuevos aumentos apenas llegue la primavera. "Mauricio se lleva mejor con los sindicalistas que con los empresarios, pero dentro de ese grupo, con los formadores de precios está todo un poquito mal", deslizó un funcionario consultado por Letra P. Casi a la misma hora en que Macri miraba los mapas electorales, su socia menor, Elisa Carrió (diputada nacional por Chaco y primera candidata porteña de Cambiemos), salió a pelearse con los supermercadistas y le pidió a la población que no compre en las grandes cadenas si no hay descuentos. El tema de los precios también es eje de campaña del Frente Renovador desde antes del lanzamiento de la campaña para diferenciarse del oficialismo.
Un sector de esas grandes corporaciones, tuvo momentos de zozobra la semana pasada con la administración de Vidal, cuando decidieron cerrar sus puertas una hora antes, ante la afluencia de público por la promoción de descuento del 50% en compras hasta 3.000 pesos, promovida por el Banco de la Provincia de Buenos Aires. La escena mostró la incomodidad y la bronca de los consumidores, ante la sorpresa del management empresarial que no midió el alcance de la medida, pero había remarcado sus precios el día antes.
La sombra de los precios sin control es materia de duras, y ya añejas, internas en el Gobierno. El ala política cuestiona al sector más duro del Gabinete, que "nunca puso en marcha un sistema eficiente para controlar a los formadores de precios", se quejó un funcionario consultado, que renovó la bronca que ya había destilado el año pasado.
La ausencia de controles en los precios es la base de una inflación en alza, se quejan en algunas oficinas del Palacio de Hacienda y de la Casa Rosada. En plenas vacaciones de invierno, el aumento de los servicios turísticos y hoteleros en zonas cordilleranas reavivó las broncas que plagaron al Ejecutivo durante el verano, cuando el epicentro de la baja de público, pérdida de empleos, precios altos y recesión de pudo advertir en toda la costa atlántica y en las sierras cordobesas.
Ese tema también fue parte de las preocupaciones presidenciales. Luego de la primera reunión, Macri mantuvo un encuentro con su ministro de Turismo Gustavo Santos. Fuentes del Gobierno deslizaron a distintos medios que en esa mesa de análisis del movimiento de turistas en todo el país, hubo un contrapunto con entre Frigerio y el intendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Gennuso, porque el mandatario comunal cuestionó a los hoteleros de su localidad. La versión no se condice con la decisión oficial de tensar la cuerda con los formadores de precios como hizo Carrió este martes por la mañana, un día después de que el Presidente reconociera, desde La Matanza, que "todavía el cambio no llegó a todos los argentinos", como dijo elípticamente para dar cuenta del impacto social negativo de la política económica de su administración.