La Unión Industrial Argentina (UIA) quebró en la última elección una lógica que arrastraba hace décadas. Por primera vez en la historia, una entidad monopolizada por hombres tendrá en la Junta Directiva a una mujer. “Le da para adelante, tiene empuje”, destacan los que conocen bien a Paula Bibini, la salteña que llegó a un puesto importante en la entidad que conduce el aceitero Miguel Acevedo. Bibini dirige la Sociedad de Garantía Recíproca Garantizar y las Industrias Frigoríficas Norte Grande SA y La Francisca SA. En sus inicios, trabajó en la UIA Salta junto a José Urtubey, hermano del gobernador norteño y uno de los históricos de la entidad fabril. Será, precisamente, representante de esa provincia en la central fabril.
La dirigente tiene un fuerte perfil pyme, y en su provincia y en tándem con su marido se dedica a la producción porcina. “Es todo un desafío ser parte de un ámbito dominado por hombres, pero no podemos pasar por alto las cientos de empresarias y los puestos de alto rango que cada vez más mujeres ocupan. Creo que desde esta posición puedo contribuir a incorporar una visión femenina a la UIA”, explicó Bibini. Y agregó que “como empresaria e integrante de una SGR que contribuye al financiamiento de las Pymes, creo que es fundamental apoyar a este tipo de compañías desde la UIA. Son los pequeños empresarios quienes aportan puestos de trabajo y generan movilidad en la economía”.
Cabe destacar que el cupo femenino en la UIA no termina en Bibini. Además de ella, Marisol Rodríguez y Juana Torresin fueron nombradas miembros suplente de la Junta y del Comité de Revisión de Cuentas, respectivamente.
La nueva directora en UIA fue, en su paso por entidades jóvenes, una de las impulsoras del Grupo de los Seis sub 40, entidad que compartió con hijos y representantes de las cámaras de la Construcción (Camarco); Comercio (CAC); Bolsa; UIA, y los bancos privados nacionales y extranjeros, más la Sociedad Rural.