“Vení Martín, que hacemos nota” le dijo Manuel Mosca a Martín Insaurralde, luego de que ambos representantes compartieran una actividad de gestión en legislatura provincial, en La Plata.
El Presidente de la Cámara de Diputados y el intendente peronista de Lomas de Zamora, se mostraron amables durante todo el acto, que significó la firma de convenios de mutua cooperación en la lucha contra la violencia de género.
Y luego del convite, y tras la rueda de prensa, se volvieron a juntar, pero esta vez, en una reunión privada en el despacho del legislador vidalista.
El encuentro, que supone una buena sintonía entre el jefe comunal del Grupo Esmeralda y el oficialismo, se contrapone con la distancia que muestra Insaurralde con el candidato elegido por su espacio.
Los intendentes del Grupo Esmeralda, fueron los primeros en publicitar al ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, como un candidato de consenso en el espacio peronista.
Sin embargo, a pocos meses del cierre de listas, no existen certezas sobre el lanzamiento del ex funcionario, ni tampoco, una igualdad de criterio en el grupo.
Insaurralde, la figura más mediática de los Esmeralda, no observa con buenos ojos los amagues de Randazzo, que posterga sin fecha su irrupción en la arena electoral.
Y, según cuentan, no cree que el chivilcoyano pueda motivar la unidad real de todos los sectores del peronismo.
El jefe comunal de Lomas mira con mayor atención la futura elección de 2019, y en esa idea, demora la foto con Randazzo.
Pero no es el único de su espacio que no acompaña el operativo clamor hacia el dirigente. En el grupo Esmeralda, los intendentes, Eduardo “bali” Bucca (Bolívar), Gabriel Katopodis (San Martín), y Juan Zabaleta (Hurlingham) son los que realmente juegan a fondo con Randazzo.
El resto de los jefes comunales, se mantienen en una moderada posición, e incluso algunos, como el caso de Mariano Cascallares (Almirante Brown), desestiman la idea de que finalmente se presente.
Como funcionario del ex gobernador bonaerense, Daniel Scioli, Cascallares no muestra una buena sintonía con el ex ministro.
Estas circunstancias no desaniman a los randazzistas históricos, ni a los que se ilusionan con un candidato de unidad. Pero demora las definiciones, y también las fotos.