Cambiemos por los votos: Vidal usó la Legislatura como tribuna electoral
La gobernadora inauguró un nuevo período de sesiones ordinarias pidiendo el apoyo de los bonaerenses en las urnas. Se mostró enérgica con los gremios y afirmó que le sigue "doliendo" la Provincia.
“Yo, como ciudadana y como parte de Cambiemos, voy a hacer todo lo posible para que el cambio avance. Y por eso voy a trabajar para que la gente nos siga acompañando con su voto”, afirmó la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, durante el discurso que brindó este miércoles, en la apertura de las sesiones ordinarias en la Legislatura.
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La mandataria no dudó en utilizar un espacio institucional como la Asamblea como si fuera una tribuna partidaria, propicia para pedir el voto electoral. Aunque aclaró que, “como gobernadora, no voy a dejar ni un minuto de ocuparme de la responsabilidad que asumí”.
Durante casi una hora, Vidal desarrolló un discurso enérgico, plagado de gestos, cambios de tono y silencios ansiosos de aplausos.
A diferencia de su jefe político, el presidente Mauricio Macri, Vidal dominó la escena, aplacó los silbidos de los legisladores de la oposición, que la increparon cuando habló del tema docente, y evitó identificar enemigos.
En su exposición, tuvo como invitados centrales de la mesa chica PRO al jefe de gabinete nacional, Marcos Peña, y al secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, que se ubicaron en la primera fila, en el recinto.
“Elegimos, antes que nada, decir la verdad, sin relatos; por eso, reconocemos que la Provincia todavía duele”, aseguró Vidal en los primeros minutos de su discurso.
Fue en alusión a las palabras que expresó en 2016, cuando se enfrentó por primera vez a los diputados y a los senadores y cuestionó la “pesada herencia” que le había dejado el ex gobernador Daniel Scioli.
Un año después, Vidal reconoció que la tarea no resultaba tan sencilla.
“Sé que muchos bonaerenses tuvieron un año difícil. Que todavía no vieron todos los resultados que esperamos. Que tuvieron que poner más el cuerpo y que a veces se hace duro”, dijo.
Y remarcó, en un tono directo: “Créanme que los entiendo. Nadie me lo contó, yo estoy en la calle. Caminé los barrios, visité los hospitales y los centros de salud”.
Vidal volvió a elegir, como hizo en la campaña y sostuvo en su primer año de gestión, a un interlocutor directo, un “vecino”.
No les habló a los legisladores, a quienes agradeció las leyes aprobadas, ni a los intendentes presentes, a quienes les prometió obra pública, ni a los gremios docentes, con quienes se encuentra en plena batalla salarial.
“Lo más importante que les quiero decir hoy a todos los bonaerenses no es un mensaje, es un pedido: les pido que persistan”, dijo la gobernadora.
“No se den por vencidos. Bajar los brazos nunca fue una opción. Ni para mí ni para ustedes. No aflojen porque este cambio es necesario”, reforzó, en tono íntimo.
“Sé que la política muchas veces los ha defraudado, que es difícil confiar y creer que esta vez va a resultar. Durante décadas, en cada elección se les prometieron mejoras y esas mejoras no llegaron o, lo que es peor, llegaron y después se derrumbaron. Esta vez va a ser diferente y les pido que persistan por dos razones: porque estamos dando la pelea y porque empezamos a ver señales de esperanza”, afirmó, con énfasis, la gobernadora, que fue acompañada por el aplauso de sus ministros y legisladores.
A menos de una semana del inicio de clases, con un paro sindical en marcha y una confrontación cada vez más virulenta con el líder sindical de Suteba, Roberto Baradel, Vidal eligió una estrategia sutil y casi quirúrgica para abordar el tema.
Primero eligió hablarles a los docentes, a quienes les dijo que “independientemente del diálogo que estamos llevando adelante con los gremios, yo sé lo que esperan de mí. Merecen un mejor salario y esperan que yo se los pueda dar. Lo sé porque los conozco, porque hablo con ustedes en cada oportunidad que tengo”.
Y, sin esquivar el tema salarial, indicó: “Mi compromiso, el que puedo cumplir, es que sus salarios no pierdan contra la inflación. Me gustaría ofrecerles más. Sé que merecen más. Y voy a hacer mi mejor esfuerzo, ese es mi compromiso”.
Vidal eligió suavizar su tono con los gremios y eludir cualquier nombre propio, sobre todo el de Baradel, quien este miércoles, luego de que Macri lo satirizara en su discurso, volvió recibir, junto a su familia, amenazas vía mail, como anticipó Letra P.
Macri había ironizado sobre la integridad del sindicalista, al indicar que “no necesita que lo cuiden”.
La frase poco solidaria del Presidente rebotó en la gobernadora, quien, al momento de hablar del tema docente, recibió la silbatina de los legisladores de la oposición, molestos por el destrato con el gremialista.
Vidal no esquivo la pulseada y los convocó. “A los dirigentes gremiales les digo, con humildad y respeto, que el camino que eligieron hace unos días no es el mejor. No es fácil sostener un diálogo cuando la intencionalidad de algunos no es clara”.
Y de inmediato elevó el tono de voz y asestó un golpe directo. “Yo les pregunto: ¿está bien que nuestros chicos pierdan días de clases porque un ministro (Estaban Bullrich, de Educación de la Nación), que no tiene a cargo docentes ni escuelas y que ya definió un salario básico docente para todo el país no los convoque, dejando que las provincias, que sí pagamos el salario, que sí tenemos escuelas y estamos dialogando, sin posibilidad de resolver esta discusión?”.
Al momento de repasar logros de gestión, una situación habitual en este tipo de discursos, Vidal decidió apuntar a cambios cuya trascendencia había sido relativizada por la oposición.
La gobernadora aseguró que, desde mediados del año pasado, las personas que se atienden en hospitales públicos no tienen problema en la provisión de medicamentos.
“Ahora pueden pedir los medicamentos que necesitan”, dijo, aun cuando desde los gremios de la salud continúan denunciando la falta de insumos.
También aseguró que se aumentó la inversión en el plan Envión, que ofrece actividades de inclusión para adolescentes, aunque existen muchos reclamos al respecto.
Y se refirió a la reforma al Servicio Penitenciario, un plan que en los hechos aún no ha podido concretar ya que el SPB se encuentra aún en situación de intervención y continúa siendo auditado.