El presidente del Interbloque de senadores Argentina Federal, Miguel Ángel Pichetto, marcó hoy que representa al “peronismo democrático” y, para diferenciarse, se refirió al kirchnerismo como “opciones que estén en el borde del sistema” y que “generan un discurso de ruptura”.
En ese sentido, defendió su postura de “negociar y acordar sin generar discursos de violencia”, nuevamente cuestionando de manera indirecta a la fuerza que conduce Cristina Fernández de Kirchner.
Pichetto manifestó no tener “cuestiones de tipo personal con nadie” y consideró, en diálogo con Radio con Vos, que “uno tiene derecho a la crítica partiendo de la legitimación de un gobierno que ganó las elecciones en 2015 y 2017 y no alentar discursos de violencia”.
A propósito de la reforma tributaria que se aprobó el miércoles por la noche en la Cámara alta, Pichetto afirmó que los senadores tienen “que poner la cara por gobernadores que tiene graves dificultades para el pago de sueldos, que comenzaron las clases en el mes de septiembre y tienen prendida fuego su provincia”, según consignó la agencia Télam. La referencia, otra vez indirecta, fue claramente para la provincia de Santa Cruz que gobierna Alicia Kirchner y que tuvo más de 100 días de paro antes de iniciar las clases.
“Los senadores garantizamos recursos fiscales, que no se les afecte la coparticipación en la discusión, que el revalúo del gobierno sea coparticipable, que cajas que son inviables sigan funcionando”, afirmó a propósito de la sanción de las leyes de presupuesto y tributaria. No obstante, criticó a quienes “firman con desgano el acuerdo fiscal y hasta se van de vacaciones, y después nos corren por izquierda”, en una clara referencia a la gobernadora santacruceña, que firmó el pacto fiscal una semana después por estar de vacaciones en Europa, según publicó la agencia oficial.
Sobre la represión en las inmediaciones del Congreso y la escandalosa sesión por la reforma jubilatoria, subrayó que “hubo un discurso dentro del recinto que no quiso que se llevara adelante la sesión”. “Lo de afuera fue armado. Violencia afuera, presión adentro”, agregó.
También se pronunció sobre el procesamiento de la ex presidenta, acusada de encubrimiento de los imputados en el atentado a la AMIA por la firma del Memorandúm de Entendimiento con Irán, que el Senado aprobó cuando Pichetto era jefe del bloque kirchnerista.
“No me arrepiento. Actué con los elementos y documentos que el canciller (Héctor Timerman) presentó y donde expresamente dijo que no había riesgo en el levantamiento de las alertas rojas”. Y concluyó: “Para mí, es una cuestión política no judiciable”.
También reiteró que “no reconsidera” negarse a quitar los fueros de Fernández de Kirchner porque “es una posición judicialista, no es un invento”.