Un nuevo indicador económico que duele: en Argentina, la mitad de los ciudadanos cobra menos de 8.000 pesos por mes, según datos del INDEC correspondientes al tercer trimestre del año pasado. Se trata de 8,2 millones de personas en todo el país que perciben ingresos de cualquier tipo, ya sea por salarios, jubilaciones, honorarios, rentas, prestaciones sociales e incluso changas.
Según las cifras oficiales, en el otro extremo de la pirámide, el 10% de la población de mejor nivel económico percibe entre 22.500 y 274.000 pesos al mes, y se lleva en consecuencia casi un 10% más de la torta general que la porción de trabajadores antes mencionada. Una muestra de la desigualdad en la distribución del ingreso.
En promedio, el ingreso mensual del total de personas que declararon percibir algún tipo de ingreso es de 11.127 pesos, mientras que, al tercer trimestre de 2016, había en el país 10,8 millones de personas que directamente no percibían ingresos.
Frente a esta realidad alarmante, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, sostuvo que “queda demostrado que en la Argentina se puede trabajar y a la vez ser pobre”, y estimó que un trabajador “debería cobrar hoy por lo menos 20.000 pesos”.
“Las políticas que se han ido generando durante décadas han propiciado una distribución desigual, salvo el período 2003-2013 donde hubo una recuperación lenta pero con muchos trabajadores en negro y mucho trabajo eventual”, precisó Yasky en declaraciones a FM Delta.