Keiko vs. PPK

Macri tendrá socio en Perú para seguir inclinando la región a la derecha

Habrá segunda vuelta en el país andino, pero ya hay un ganador: se imponga quien se imponga en el mano a mano, el modelo pro mercado será ratificado. Con Fujimori, además, volvería la mano dura.

Como anticipábamos el sábado en Letra P, la elección del domingo en Perú no definió quien será el presidente o la presidenta del país andino y, como preveían las encuestas, Keiko Fujimori, hija del ex mandatario Alberto Fujimori (1990-2000) hoy todavía detenido por crímenes de lesa humanidad y corrupción, se quedó con el primer lugar y será una de las dos protagonistas de la segunda vuelta, que se celebrará el próximo 5 de junio.

 

El otro -aunque faltan los resultados definitivos- sería el economista y ministro de Economía del ex presidente Alejandro Toledo (2000-2005) Pedro Pablo Kuczynski (PPK), quien en el envión final le sacó una luz de ventaja a la candidata centroizquierdista, Verónica Mendoza, que quedó relegada a un tercer puesto.

 

En este escenario, es probable que el eje del ballotage pase casi de manera excluyente por la herencia autoritaria de Fujimori y no haya debate en torno a las cuestiones económicas. Ambos candidatos son proclives a sostener las políticas pro mercado que han caracterizado a Perú desde principios de los 90, es decir, desde que asumiera el poder Alberto Fujimori.

 

Pero, si PPK pegará a Keiko con la herencia de su padre -corrupción, autoritarismo, esterilizaciones forzadas, etc. -, la ex primera dama (sí: al igual que Zulemita Menem en Argentina, Keiko ofició de primera dama en Perú tras la separación de su padre de su madre, Susana Higuchi) pondrá el acento en su juventud -tiene 41 años- para marcar el contraste con la avanzada edad del economista, a quien, casi con 78 años, se lo vio algo cansado en el debate presidencial previo a la elección.

 

Pero, más allá de su amplio triunfo en esta primera vuelta –obtuvo casi el 40% de los votos contra poco más de 22 de su seguidor- Keiko no arranca como favorita. El alto piso del "fujimorismo", sostenido en ese cruce tan noventista de pobres y ricos, tiene un techo muy bajo y es dificil imaginar a los votantes de cualquiera de los otros nueve candidatos apoyando a Fujimori en la segunda vuelta.

 

Por el contrario, PPK, aunque compartirá con Keiko el rechazo del voto progresista de Mendoza -que cosechó un 18% de los sufragios- tiene muchas facilidades para recibir el respaldo del amplio espectro de peruanos que no quieren grandes cambios en el modelo económico pero rechazan vehementemente tener que aceptar los métodos del fujimorismo para sostener ese modelo socioeconómico.

 

El alto consenso que registra el llamado "modelo peruano" es motivo de controversias dentro y fuera de Perú. Sus adherentes lo defienden casi como un símbolo de distinción nacional a la altura de la cocina que, de la mano de Licurio, adquirió fama mundial en la última década. Pero del otro lado señalan el fuerte respaldo del cuasi monopólico grupo mediático El Comercio a este modelo como la verdadera causa de su imbatibilidad -más allá incluso de las elecciones- y remarcan que es casi excluyente en su formato el extractivismo minero y los altos niveles de pobreza.

 

Lo cierto es que, excepto Mendoza y algún otro candidato menor, nadie cuestiona en voz alta en Perú el modelo económico que, más allá de quien gane el ballotage, ya ha sido refrendado y se suma así al giro pro mercado de la región iniciado por Argentina el año pasado y visible en la alta conflictividad social de Brasil y Venezuela.

 

De todos modos, el apoyo a los ganadores no se da por su enlazamiento con el modelo económico. Keiko recoge lo que las encuestas marcan como la principal preocupación de los peruanos, que es la inseguridad (es notable ver la abrumadora cantidad de frentes de casas enrejadas en Lima e incluso algunas zonas del interior peruano) y que, según rememoran los fujimoristas, no existía en épocas de la presidencia del "Chino". Claro está que a ninguno de ellos le generan controversias los métodos con los que se la combatía en esa época.

 

Por otra parte, Keiko ha trabajado fuertemente para extender su partido a lo largo y a lo ancho del país, con resultados a la vista: más allá de lo que pase en el ballotage, tendrá 65 de 130 curules en el unicameral Congreso peruano. PPK se quedó con 25 y el izquierdista Frente Amplio festeja 22, número inédito desde 1989. Párrafo aparte para Alan García: el dos veces presidente puso el cuerpo para que el histórico APRA no desapareciera y parece haberlo logrado: con el 5,9% que logró, está por encima del mínimo que exige la Justicia Electoral.

 

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