Los diputados del Frente para la Victoria lograron consensuar este miércoles una posición para evitar divisiones en el debate que tendrá lugar en la Cámara baja la semana próxima por el proyecto que cierra el acuerdo con los fondos buitre. Divididos entre quienes proclamaban que no había que dar quórum y quienes pedían bajar al recinto para dar la discusión, resolvieron que no se sentarán en las bancas hasta tanto el oficialismo consiga el número necesario para iniciar la sesión pero que esperarán esa instancia de pie al lado de sus asientos.
“El quórum es responsabilidad del oficialismo”, respondió el presidente de la bancada, Héctor Recalde, cuando se le consultó en conferencia de prensa cuál sería la postura del bloque. Recalde había dicho el lunes que el kirchnerismo había decidido no dar quórum, pero el sanjuanino José Luis Gioja lo contradijo poco después y consideró que había que “bajar a dar la discusión”.
Para evitar la contradicción, el kirchnerismo arribó a una solución salomónica, que Recalde evitó confirmar de manera oficial pero que fue adelantada a Letra P por tres miembros de la bancada. “Vamos a bajar al recinto y nos vamos a quedar parados al lado de las bancas. Cuando Cambiemos obtenga el quórum, nos sentamos y empezamos el debate”, explicó un representante bonaerense. Más allá del momento en el que tomarán asiento, el presidente de la bancada aseguró que “no hay ningún diputado del bloque que firme el dictamen del oficialismo”.
La estrategia parlamentaria a adoptar fue uno de los puntos que generó mayor discusión durante la reunión que mantuvieron los miembros del bloque en el tercer piso de la Cámara de Diputados el miércoles por la tarde y que se extendió durante dos horas, pasó a un cuarto intermedio y continuó después de las 21.
De la reunión participaron los miembros de la mesa chica de la bancada: Recalde, la bonaerense Teresa García, el formoseño Luis Basterra, Gioja, Máximo Kirchner, Julio de Vido, María Cristina Álvarez Rodríguez, Axel Kicillof y el ex gobernador de Misiones, Maurice Closs, entre otros. Ni el hijo de la ex presidenta ni el ex gobernador de San Juan ni Closs estuvieron presentes en la conferencia de prensa que brindaron durante el cuarto intermedio. Sin embargo, fueron protagonistas excluyentes del debate interno.
Closs llevó al seno del bloque el pedido de los gobernadores para que dieran quórum en la sesión. “No vamos a canjear cuatro obras por 20 mil millones de endeudamiento. (Mauricio) Macri ni siquiera les va a mandar la plata a las provincias. Que vengan acá y nos expliquen los gobernadores a nosotros por qué deberíamos dar quórum para esto”, le respondieron desde el ala dura del kirchnerismo. Pese a que algunos miembros del bloque esperaban lo contrario, Gioja no lo apoyó. Mantuvo su idea de dar la discusión en el recinto y firmó el dictamen de minoría, que elaboró el ex ministro Kicillof.
Lo mismo hicieron los diputados que representan a la provincia de Entre Ríos, pese a que recibieron el llamado de su gobernador, Gustavo Bordet, para pedirles apoyo al proyecto del oficialismo. A la noche, los legisladores entrerrianos se reunían con Bordet para dar cuenta de su posición.
Consulta popular
Más allá de las cuestiones de estrategia parlamentaria, el kirchnerismo anunció que presentará un proyecto de ley, en el marco del artículo 40 de la Constitución Nacional, para llamar a una consulta popular sobre el pago a los holdouts.
“La posibilidad que analizamos es una convocatoria vinculante para que exprese el pueblo cómo quieren pagar la deuda. El gobierno va a tener que decidir si quiere o no escuchar al pueblo argentino”, dijo Recalde.