El silencio público que se autoimpuso la renunciante presidenta de Aerolíneas Isela Constantini sobre su partida, tuvo gestos muy fuertes durante la inesperada despedida que vivió la funcionaria en la tarde de este miércoles. Hubo bronca, incertidumbre, algunas lágrimas y la certeza de que la mujer que se había resistido a imponer grandes ajustes en la aerolínea de bandera, finalmente había perdido la batalla frente al ministro de Transporte Guillermo Dietrich y al secretario de Coordinación de Políticas Públicas Gustavo Lopetegui, ex CEO de LAN y "látigo" del jefe de Gabinete Marcos Peña con cada ministerio.
En la noche del miércoles, en el Gobierno negaron que existiera semejante diferencia con la funcionaria, pero los relatos de la despedida de Costantini siembran dudas sobre las certezas oficiales. "Había mucha bronca. Dentro del equipo de dirección de la empresa está muy considerada y la mayoría no lo podía creer cuando los reunió a todos. Nadie lo podía creer. Acá todos sabemos que se fue por las diferencias que tiene con Dietrich", confió a Letra P uno de los presentes al momento de despedida, protagonizado por un centenar de gerentes que fueron reunidos en la sede de la empresa estatal.
¿Qué pudo llevar a la ex CEO de General Motors a pegar el portazo y aguarle el fin de año al presidente Mauricio Macri? Dicen cerca de la mujer que la diferencia que profundizó la crisis fue cuando se dio cuenta de la visión predominante en el Gobierno sobre Aerolíneas Argentinas y sobre el negocio, especialmente con la apertura de la actividad a las líneas de bajo costo, conocidas como "low cost". Desde el Gobierno contraatacan y dicen que hay fallas en la conducción de la empresa y en su entorno.
El momento elegido para la partida fue todo un mensaje. Costantini se despidió luego de reunirse con un centenar de gerentes, el management más importante en la operación de la aerolínea que ahora funcionará bajo el mando de Mario Dell´Aqua, ex CEO de Intercargo, la mayor transportadora de cargas en los aeropuertos y ex Techint.El lugar en el "negocio" que el gobierno tiene definido no coincide con el plan que tenía Costantini, segura de operar la compañía con un déficit moderado. En la Rosada y en Transporte apuntan a una empresa con mucho menos personal y con otro lugar en el mercado.
"Dell´Aqua es un interventor enviado por Macri para recortar y echar gente, algo que Isela no quería hacer", contó la fuente que vivió el momento. El impacto de la partida no sólo le aguó el brindis de Navidad a Macri. También a los gremios aeronáuticos, que ahora tendrán que lidiar con una versión más espinosa de un proyecto de gestión que recién ahora empieza a ver la luz.
Para Costantini una de las señales de inflexión habría ocurrido a fines de junio de este año, cuando la aerolínea colombiana Avianca desembarcó en la Argentina para inaugurar el segmento de las "bajo costo" con la compra de la empresa local MacAir, que fue del clan Macri a través de Franco, padre del presidente Mauricio Macri.