En horas decisivas para el destino de la ley de impuesto a las Ganancias, uno de los líderes de la CGT, Juan Carlos Schmid, defendió las asambleas simultáneas que paralizaron el transporte público al explicar que son “en defensa del poder de compra” y denunció que “los legisladores se hacen los boludos”.
En Retiro, Schmid encabezó un breve acto junto al secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, donde reiteró su reclamo para eliminar el impuesto y sostuvo que “la presión tributaria es tan grande que el 40% de lo que debería ir a nuestros bolsillos va a parar al fisco”.
“Queremos que este impuesto se elimine. Fue lo que todos los candidatos presidenciales prometieron durante sus campañas”, recordó el sindicalista, que conduce la central obrera junto a Héctor Daer y Carlos Acuña.
Schmid sugirió que “parece ser que de repente se despertó la dirigencia del transporte y hace un paro” cuando en realidad, sostuvo, “es un problema que no resolvió la dirigencia política”.
En este sentido, denunció que “en el Congreso, los que hasta ayer no levantaban estas razones hoy se quieren convertir en abanderados de este problema”. “Los legisladores se hacen los boludos como perro que tumbó la olla. El Congreso se tiene que dejar de hacer el distraído y legislar como corresponde”, disparó.
En tanto, observó que “los formadores de opinión pública, los columnistas, los observadores, el único hincapié que van a hacer es en los trastornos de los compañeros que se vean afectados” por el paro de transporte.
Sin embargo, explicó: “¿Saben por qué llegamos a esta situación? Porque la inflación ha distorsionado todas las escalas. Si se hubiera ajustado esto por inflación, no estaríamos tratando este tema. Esto, de alguna manera, es en defensa del poder de compra”.
“Hemos sido prudentes, hemos sido pacientes y hemos ofrecidos nuestras alternativas”, indicó, sobre la mesa de diálogo con el Gobierno que se abrió el viernes y continuará este lunes, con legisladores y gobernadores a la espera de resultados.
Las negociaciones tienen como epicentro el monto del nuevo mínimo no imponible, que la gestión de Mauricio Macri estaría dispuesto a fijar en 38.000 pesos, una cifra intermedia entre la propuesta original del Poder Ejecutivo y la que impulsaba el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. El otro reclamo que atraviesa con fuerza las negociaciones tiene que ver con la posibilidad de deducir viáticos, horas extras y feriados, además del aguinaldo y alquileres.
Tanto diputados y senadores como gobernadores depositan sus expectativas en el acuerdo que pueda surgir de esta negociación; de ello dependerá qué proyecto se tratará finalmente el miércoles en el Senado.