El presidente Mauricio Macri tuvo que transitar un largo laberinto de consultas antes de escuchar la voz en el teléfono de su par electo de los Estados Unidos Donald Trump, que este lunes le dedicó más de diez minutos, en un tono amable que concluyó con invitaciones mutuas. Las gestiones fueron reconstruidas por Letra P, en medio de una tirante interna dentro del Palacio San Martín.
El llamado telefónico fue el producto de una serie de comunicaciones mantenidas por la canciller Susana Malcorra, aunque la cadena de intercambios concluyeron en el teléfono neoyorkino de Jared Kushner, yerno del empresario y marido de Ivanka Trump, la segunda de los cinco hijos del magnate. Kushner es, desde hace una década, el dueño del semanario The New York Observer y uno de los hombres mas cercanos del entorno del mandatario electo. La llamada desde la Casa Rosada finalmente llegó a ese teléfono, luego de una serie de consultas organizadas por Malcorra, según explicaron a Letra P voceros del Palacio San Martín. El dato de la llamada y el rol de la canciller no pasaron inadvertidos para los protagonistas de las sordas disputas que laten dentro del Gobierno desde la semana pasada, cuando toda la administración de Cambiemos jugó su apoyo a favor de la aspirante del Partido Demócrata Hillary Clinton, que terminó derrotada.
Luego del impacto de las elecciones norteamericanas en Buenos Aires, el primero en hablar de una “inminente comunicación” fue el embajador argentino en Washington Martin Lousteau, sin embargo en la cancillería negaron que el diplomático tuviera la misión de hacerlo. “Los contactos los hizo Malcorra, porque ella fue la que venía hablando con distintos miembros de la campaña", como Whalid Phares, asesor de política internacional, y Richard Haas, presidente del influyente Consejo de Relaciones Exteriores, que hace pocas semanas estuvo de visita en Buenos Aires. Haas es un hombre de Trump y algunos lo mencionan como posible secretario de Estado desde el 20 de enero del año próximo, aunque para eso todavía falta la aprobación del Congreso, dominado por los Republicanos, pero no por Trump. Otro interlocutor mencionado fue Reince Priebus, propuesto por Trump a la jefatura de Gabinete de su futura administración y actual titular del Comité Nacional Republicano.
Los intercambios realizados desde la semana pasada fueron deslizados este martes en la Casa Rosada y en el Palacio San Martin. Los movimientos derivaron en el llamado presidencial de este mediodìa, y resultaron motorizados cuando todavía no pasó una semana del “súper martes” que definió el final del Partido Demócrata en la Casa Blanca, con la victoria del empresario Trump. En medio de ese giro los pases de facturas dentro de la administración de Cambiemos no han cesado, sino que recrudecieron tanto en la Rosada, como en el Palacio San Martín
El plato principal de las internas gira en torno a posibles cambios en el staff de la cancillería, especialmente para anticiparse a la llegada de Trump al Salón Oval. Uno de esos cambios tiene que ver con el posible reemplazo del vicecanciller Carlos Foradori, y otro con la salida de Lousteau al frente de la embajada en Washington. El reemplazante del vicecanciller sería el actual jefe de Gabinete Pedro Villagra Delgado, mientras que el nombre del sucesor del actual embajador en Estados Unidos sigue siendo una incógnita.
Ante las consultas de Letra P, fuentes del Palacio San Martín no desmintieron las versiones, pero las relativizaron. “Hace diez meses que escuchamos que se van Foradori y Lousteau. En algún momento se van a ir, pero no creemos que suceda ahora”, explicó un funcionario consultado. “Sabemos que las versiones salen de nuestra propia diplomacia, pero sólo podemos asegurar que las gestiones con Trump sólo estuvieron en manos de Malcorra”, indicaron con el fin de negar algún rol de Lousteau, pero también exhibir el malestar por sus palabras de la semana pasada, cuando anticipó el llamado que se concretó hoy. Toda una muestra de las tensiones que se respiran dentro de la cancillería.
Según explicaron en la Casa Rosada la decisión de apoyar a Hillary Clinton “fue del Presidente, y Malcorra se hace cargo de las críticas, porque es su función en situaciones como esta”.