Separados del cargo

Siete agentes de Prefectura detenidos, acusados de torturar a dos jóvenes

Son investigados por el delito de “apremios ilegales”, tras la denuncia de secuestro y tormentos a dos integrantes de la revista “La Garganta Poderosa”.

A partir de la orden de la jueza de Instrucción en la Criminal N° 6, María Gabriela Lanz, siete efectivos de Prefectura Naval Argentina quedaron detenidos luego de que dos jóvenes de 15 y 18 años, integrantes de la revista La Garganta Poderosa, denunciaran que los habían secuestrado y torturado en la villa Zavaleta, en el barrio porteño de Barracas el sábado 24 de septiembre.

 

El primero de los detenidos investigados por el delito de "apremios ilegales", fue arrestado el jueves luego de que las propias víctimas, identificadas como Ezequiel (15) e Iván (18), lo señalaran en sede judicial. En tanto, otros dos fueron aprehendidos luego de que la jueza Lanz emitiera seis órdenes de captura, y finalmente se entregaron los cuatro restantes. Los siete fueron automáticamente separados de sus cargos mientras se investiga su participación en el hecho.

 

Vale señalar que el fiscal de la causa, Adrián Giménez, imputó a los acusados por torturas, delito que contempla penas que van de 8 a 25 años. En declaraciones a Página/12, Gabriela Carpineti, la abogada de los jóvenes, dijo que “lo que hay que resaltar es la imputación por torturas que hace el fiscal Giménez. La misma tipificación que se utilizó en caso Arruga. Les aplica el artículo 144 ter, inciso primero y tercero, del Código Penal, que incluye tanto la tortura física como la psicológica. Estos delitos tiene penas más elevadas que las que se aplican por apremios ilegales, de 8 a 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua para los funcionarios públicos”.

 

El episodio ocurrió el sábado 24 de septiembre por la noche, pero comenzó a tomar trascendencia en los últimos días por una denuncia de la revista La Garganta Poderosa que se viralizó en las redes sociales.

 

Según dicha publicación y lo detallado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que brinda asistencia legal a las víctimas, el hecho ocurrió cuando Ezequiel transitaba la Villa Zavaleta luego de visitar a su abuela y fue interceptado por efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) sin motivo aparente. "Iván se acercó para saber qué estaba pasando. De inmediato, los agentes de la PFA le pidieron documento y lo requisaron", relata el comunicado del CELS acerca del momento en el que a su amigo también lo revisaron, aunque momentos más tarde les permitieron irse.

 

Sin embargo, ambos volvieron a ser interceptados, esta vez por personal de Prefectura que llegaron al lugar con cinco móviles con más de 20 prefectos. Los dos jóvenes fueron esposados y trasladados hacia un destacamento de la Prefectura, ubicado a pocas cuadras. “Ezequiel fue llevado al interior de la garita, donde fue golpeado y amenazado. Arriba de uno de los móviles, Iván también fue golpeado", detalló el comunicado. Luego de golpearlos, los dos jóvenes fueron trasladados por diez de los prefectos a un descampado frente al Riachuelo, donde "fueron golpeados nuevamente y torturados por segunda vez".

 

Los agresores amenazaron con tirarlos al agua, los golpearon en repetidas ocasiones con sus bastones y luego los sometieron a "simulacros de fusilamiento", disparando sus armas al aire inicialmente y luego amenazándolos con tirarles a ellos.

 

"Primero fue el turno de Ezequiel, a quien un agente le disparó a centímetros de la cabeza. Luego amenazaron a Iván: "¿Dónde querés el tiro? ¿En qué rodilla?". Mientras dos de los prefectos los amenazaban con sus armas y un cuchillo, el resto de los agentes escuchaba música y festejaba el accionar de sus compañeros", señaló el CELS.

 

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