“La pudrieron”, dice sin eufemismos, un diputado del FpV, al ser consultado por Letra P. Se refiere a la postergación de la reunión de bloque, que se había fijado para este miércoles.
La convocatoria era vital para discutir la contrapropuesta que hizo el Ejecutivo, respecto al proyecto de presupuesto, y sobre todo, al capítulo que habla del endeudamiento y los recursos para los municipios.
El pasado lunes, los ministros de Gobierno, Federico Salvai, y de Economía, Hernán Lacunza, se habían reunido con una delegación de intendentes y legisladores de la oposición, para avanzar en un acuerdo para el tratamiento de estas leyes.
Se esperaba que tras la reunión de bloque, y con una misma posición tomada, se volvieran a reunir con Salvai, para cerrar de manera definitiva el acuerdo.
Sin embargo, el encuentro en Diputados nunca se concretó. El jefe del bloque, José Ottavis, acompañado por su vice, Walter Abarca, decidieron posponerlo para el próximo jueves a las 10 horas.
Desde los otros sectores internos, indican que esta decisión solo busca dilatar las negociaciones con el Ejecutivo, y finalmente, hacer caer la sesión.
Ottavis no había quedado bien parado en el bloque, luego que intentara negociar con el Ejecutivo, y el Frente Renovador, de una manera “personalista” (según indican sus pares), el tratamiento del paquete de leyes enviado por la gobernadora, María Eugenia Vidal.
Esta situación provocó la desconfianza de las otras líneas de La Cámpora, dominadas por Eduardo Wado De Pedro y el Andrés cuervo Larroque.
De hecho, fue el diputado, Santiago Révora, primo de De Pedro, quien se metió en la negociación, en el marco de la comisión (de legisladores e intendentes) que dejó a Ottavis en un rol secundario.
A partir de esta situación, Révora se convirtió en el contendiente interno más fuerte (por el respaldo que esgrime) que tiene hoy el jefe del bloque.
Existe además otro sector, más heterogéneo, y menos corrosivo, integrado por algunos sciolistas, e históricos, que también reniegan de esta situación.
Temen que esta dilación haga caer la sesión, y que sean ellos los que vuelvan a pagar el costo político de no haberle aprobado a Vidal el presupuesto.
Mientras, desde el Ejecutivo, mantienen reserva, pero algunos funcionarios, se animan a deslizar un “era lógico” en referencia a la interna que vive el FpV.