Cada vez que Mauricio Macri tiene algún problema que lo desborda marca el número del abogado Fabián Rodríguez Simón, “Pepín” para los amigos. Fue así, por ejemplo, cuando en 2013 tuvo lugar el descontrol por una protesta en el Hospital Borda, en la cual intervino la Policía Metropolita y la situación se desmadró. Rodríguez Simón estuvo allí ese día, arriba de un patrullero y sin despegarse de su celular. En este aspecto, “Pepín” tiene contactos en las fuerzas de seguridad y el espionaje que todavía Daniel Angelici, el otro gestor judicial del PRO, no logra penetrar.
La Cámara del Crimen acaba de confirmar el procesamiento del abogado de empresas en una causa por el accionar de la UCEP, un tema cargado y que persigue al operador. Rodríguez Simón integra la lista de candidatos del macrismo para el Parlasur y el mismo asegura que aceptará esos fueros como una necesidad si Macri no es presidente. Su frente procesal es frondoso.
Si bien Rodríguez Simón llegó a Macri por su amigo José Torello, no tardó en trabar amistad con Nicolás Caputo. Cada tanto “Pepín” le arma al empresario largos almuerzos con jueces federales. A ese lobby se fusiona el abono que el Grupo Clarín nunca dejó de pagarle, que es alto y que lo llevó al abogado a algunas salidas hilarantes como publicar un libro diciendo que la Corte Suprema iba a fallar contra la Ley de medios cuando un mes después de la publicación ocurrió todo lo contrario.
Su llegada a Horacio Rodríguez Larreta también es fuerte. Actualmente se están negociando los representantes de la Legislatura para el Consejo de la Magistratura de la Capital y en las últimas horas se habría definido que la representación del cupo femenino será una enviada de Pepín. Ese lugar lo deseaba Sebastián De Stéfano para su actual pareja que trabaja con Jorge Rizzo en el Colegio de Abogados. Ya no podrá ser.
“Pepín” conoce una gama de asuntos que se conversan en voz baja. Uno de ellos es el caso de Iron Moutain y el incendió que le costó la vida a un grupo de bomberos. Fue este abogado quien primero le informó a Macri que ese incendió fue intencional pero que detrás del mismo no está, como se creía, el HSBC, banco en la mira por lavado de dinero y que guardaba documentos en el galpón de Barracas. “En ese lugar también había algunos registros de empresas pertenecientes a hombres muy cercanos al Gobierno”, le escucharon decir hace poco. Uno de ellos sería Osvaldo Sanfelice.
