En 2013, Darío Giustozzi secundó en la lista de diputados nacionales a Sergio Massa. Como intendente de Almirante Brown, fue la figura estelar de la tercera sección, e inevitable precandidato a la gobernación bonaerense.
Pero su incapacidad para extender su estructura, y generar un liderazgo territorial, lo dejaron relegado en la pelea, al punto que abandonó ese espacio, y volvió esperanzado al FpV.
Si intención inicial fue bancar la reelección del jefe comunal interino, Daniel Bolettieri, y reordenar su liderazgo desde su banca en el Congreso.
Pero la avanzada del sciolismo, que siguió bancando la precandidatura del titular del IPS, Mariano Cascallares, lo obligó a bajar al territorio.
Máxime, que en la cruzada naranja se adosaron los demás postulantes del kirchnerismo, como el randazzista, Mariano San Pedro, que relegó su postulación para bancar a Cascallares.
Giustozzi comenzó a sentir que su pasado en el massismo, no iba a resultarle gratis. Este domingo sus peores temores se concretaron. En la interna del FpV, sobre un porcentaje total del 55,44 por ciento, Cascallares obtuvo el 61,16 por sobre el 38,84 que logró Giustozzi.
En tanto Cambiemos, obtuvo el 18,75 por ciento. Y el Frente Renovador el 15,38.
Con el 76,13 por ciento de los votos escrutados, la tendencia ya es irreversible, y el ex massista, deberá entonces abandonar su liderazgo en Brown, y atomizarse en el Congreso.