Las derrotas empiezan a golpear más fuerte en el justicialismo rionegrino, sobre todo en el sector de Miguel Ángel Pichetto. Después de que Javier Iud buscara avales para presentar una lista paralela a la designada desde la Casa Rosada, la realidad determinó un cambio de actitud: deponer la idea de la interna.
Es que la derrota en manos con Juntos Somos Río Negro dejó una herida grande, y mostrar más divisiones justamente cuando el partido del gobernador no tendrá juego, habilitó el ascenso de la nueva camada de dirigentes que irá por la conducción del Partido Justicialista.
El intendente de San Antonio Oeste decidió agachar la cabeza ante el avance de La Cámpora y el Movimiento Evita. Martín Doñate, junto a Silvia Horne, tendrán los cupos que expusieron la furia de los pichettistas que perdieron fuerza.
“Perder las elecciones en casi todo Río Negro, y tener la responsabilidad de haber ganado a todos los cargos que se eligieron en mi región. Y en pocas, poquísimas horas, que la inmensa mayoría del peronismo se levantó del piso y empezó a caminar nuevamente, nos hizo sentir mas peronistas que nunca”, comenzó a decir Iud en su cuenta de Facebook, el medio elegido para anunciar su retiro. “Soy como la mayoría de Ustedes, Peronista y Militante, que apoyamos con todas nuestras fuerzas el Proyecto Nacional y Popular que puso en marcha Perón y Evita en los años 40, y que refundó la Argentina desde 2003 con Néstor y Cristina”, agregó.
“Muchos creyeron y se movilizaron en estos momentos, quiero decirles a todos muchas gracias. Estoy agradecido que hayan visto en mí, la posibilidad de representarlos en el Congreso Nacional. Respeto la decisión estratégica de nuestro Partido Nacional y de seguro es lo mejor para el Frente para la Victoria”, reconoció el representante de la zona atlántica, asimilando que su posibilidad se había esfumado.
Iud comenzó a presionar desde principios del año para ocupar un lugar en la lista nacional del Frente para la Victoria rionegrino, que todavía siente el golpe del domingo 14. “En los próximos meses veremos como empezamos a debatir también nuestro futuro como Peronistas de Río Negro”, reconoció.
Lo que más llamó la atención fue el silencio de Pichetto, quien nunca salió a bajar públicamente las aspiraciones de Iud, y dejó saber a través de sus armadores que siempre acataría la orden de Balcarce 50 para no perjudicar a la presidenta y mucho menos a Daniel Scioli, que salió a respaldarlo en todo momento.